El juego online ha quedado prohibido desde el 1 de enero en Uruguay, al entrar en vigor una ley aprobada en octubre, en la que se declaran “ilegales” los juegos de apuestas o de azar online.

Según el texto de la ley, “los juegos de casinos y salas, tales como póker, ruleta, slots, entre otros creados o a crearse, están absolutamente prohibidos en su modalidad a distancia (on line, virtuales o semejantes)“.

La ley prevé expresamente “el bloqueo de acceso a sitios web, de flujos financieros, así como la prohibición de comunicaciones comerciales, patrocinio y publicidad de juegos no autorizados” para evitar la proliferación de la comercialización de juego a través de Internet.

Pese a esta dura medida hacia la industria del juego online, cabe destacar que el Estado se reserva la facultad de explotación del sector de las loterías y apuestas en toda su extensión, a través de la entidad llamada La Banca. 

La prohibición se basa en una ley que data de 1882 y que, en este caso, se ha actualizado de forma totalmente restrictiva, al contrario de lo ocurrido en Colombia, donde se ha regulado el mercado y se espera la legalización de veinte operadores a lo largo de 2018.

Por otro lado, en la misma norma el Gobierno uruguayo grava con un impuesto a los apostantes que jueguen de forma electrónica o en los establecimientos autorizados.