La patronal española de juego, Cejuego, ha avisado al Gobierno de que prohibir la publicidad del juego privado supondrá también la prohibición de la publicidad de la Lotería Nacional. No obstante, sí se muestra partidaria de regular anuncios y actuar sobre contenido, horarios y número de impactos. 

En una entrevista con la agencia Efe, el director general de Cejuego, Alejandro Landaluce, ha abordado los asuntos más polémicos sobre la publicidad de los juegos de azar y las apuestas en internet. Y también el control del acceso a menores. 

Así, sobre el decreto en que trabaja el Ministerio de Hacienda para regular la publicidad de los juegos de azar y de las apuestas, Landaluce ha asegurado que «si prohíbes la publicidad del juego, tienes que prohibir la publicidad de la Lotería, lo que no puedes decir es que como la Lotería Nacional es tuya, la permites». 

Respecto a las posibles similitudes entre el próximo decreto de publicidad del juego y el que regula sustancias como el alcohol o el tabaco, desde Cejuego se considera que debería tratarse de modo distinto, porque no se trata de una sustancia que daña físicamente el cuerpo. 

Y ha añadido que las cifras reales de este sector difieren de la imagen que se proyecta de él. Además, pese a las apariencias, el mercado del juego era en 2007 un 30 por ciento superior al actual, según Landaluce.

Ha puesto de nuevo sobre la mesa los datos de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) que estiman en un 0,3 por ciento el número de jugadores problemáticos. Según esta información, el 90 por ciento de los jugadores gasta menos de 90 euros al mes en juego o apuestas y la media en España ronda los 3 o 4 euros.  

El hecho de que el perfil del jugador se haya rejuvenecido hacia una persona de entre 30 y 35 años y haya aumentado en número, aunque jueguen menos dinero, ha llevado a la administración a preocuparse por la publicidad de las salas de juego y apuestas. Porque, además, este perfil de jugador centra su atención en estos dos segmentos. 

Cejuego muestra su acuerdo en la necesidad de regular la publicidad del juego, el tipo de anuncios, los mensajes, las franjas horarias y el número de impactos. «No se puede decir cualquier cosa en los mensajes, no puedes decir que el juego puede cambiar tu vida y aquí no sólo hablamos del juego on line, sino del juego público. No puedes decir a la gente que si tu vida es una porquería y juegas a la lotería y te haces millonario, le das una patada a tu jefe. Ese mensaje no es bueno», advierte.

Ni tampoco está de acuerdo en emitir «miles de impactos» publicitarios en poco tiempo como ocurre en la actualidad.

Defiende que la gran inmensa mayoría de quien juega no tiene ningún problema de adicción: «La gente se divierte, tiene su ocio, y luego hay una parte pequeña de la población que tiene un problema y a esa gente hay que protegerla».

Landaluce explicó que el sector tiene sus propios protocolos para evitar conductas patológicas y que, por ejemplo, en internet aparecen pantallas en las que se advierte del tiempo que lleva jugando una persona. O los mecanismos de control sobre la edad de los jugadores. 

«Un menor tiene bastante difícil jugar online. Lo puede hacer haciendo uso ilegal de un DNI sustraído de alguien y también usando una cuenta corriente de un mayor. Eso es un delito, pero nosotros no podemos llegar a más», concluye.