La detención el pasado martes de Kike Salas, central del Sevilla CF por la Policía Nacional por, presuntamente, provocar tarjetas amarillas en seis partidos de la pasada temporada para que personas de su entorno ganasen dinero con apuestas ha sacudido al fútbol español. Junto al jugador fueron detenidas otras dos personas y todos ellos están siendo investigados por un delito de estafa. 

En Gaming Intelligence en Español, hemos podido hablar con el Jefe de Servicio de Control de los Juegos de Azar y Apuestas de la Policía Nacional, David Calvete, para conocer mejor esta actuación y sus posibles consecuencias.

¿Cómo valora esta operación?

La detención es el resultado de una investigación delicada, sobre todo, por la entidad del personaje. Esto nos ha obligado a llevarla con mucho sigilo y secreto porque el fútbol mueve pasiones, con lo cual, cualquier información que se nos hubiese salido de las manos podría haber llevado incluso al archivo de las actuaciones. Hemos tenido muchísimo apoyo por parte de la fiscalía y de la judicatura. En este sentido, la buena relación entre todos ha sido importante para que la operación se haya realizado con éxito.

¿Están satisfechos de los resultados de su trabajo?

Sí. Considero que es beneficioso haber llegado a este resultado porque hay muchísimos jóvenes deportistas que están empezando sus carreras, como es el caso de este chico. Nos consta que LaLiga y la Federación les dan charlas para prevenir este tipo de situaciones, para decirles que no apuesten, que no cometan errores… Ellos tienen conocimiento de estas cuestiones porque también los clubs los forman en este tipo de cuestiones. Esta detención es un aviso a navegantes porque, aunque sea un delito de estafa con una baja cuantía, deben saber que es algo que no se puede hacer, que está castigado por ley y que tiene sus consecuencias penales.

Esta operación, ¿va más allá de ser algo puntual?

El procedimiento se inició y se ha concluido. El detenido quedó a disposición del juzgado de Morón.  Lo que está claro es que esto es beneficioso para el mundo del fútbol y para el mundo del deporte en general, porque son delitos que pueden darse en cualquier deporte. Los jugadores tienen que saber que en España este tipo de ilícitos se investigan. Además, se refuerza la imagen del sector como un sector controlado, legal y seguro. Tenemos mucha información del sector privado también. Los operadores suelen avisarnos de conductas extrañas. Gracias a esta colaboración público-privada es como logramos actuaciones como esta.