En Gaming Intelligence en Español hemos querido profundizar en los distintos retos que debe afrontar el sector del juego en cuanto a compliance. Temas como la suplantación de identidad, el blanqueo de capitales o la irrupción de las criptomonedas son desafíos ante los que el sector debe estar preparado.
Para conocer los detalles de la situación actual a todos los niveles y adelantar las posibles tendencias que se adivinan en el horizonte hemos conversado con el director general de Jdigital, Jorge Hinojosa , y el abogado de LOYRA/Ejaso, César Zárate, para que arrojen luz sobre unos temas absolutamente capitales para el futuro inmediato del sector del juego en España.
¿En qué punto estamos en cuanto a la regulación en el tema de la identidad?
César Zárate.– Estamos en un entorno más complejo. Si en el mundo analógico, bastaba con recabar el DNI ahora, en entornos digitales todo se complica y el riesgo de suplantación de identidad aumenta.
Todos hemos visto lo que es capaz de hacer la IA y otras tecnologías a la hora de suplantar la identidad de terceros, por lo que se trata de un riesgo creciente. Los reguladores hacen esfuerzos para tratar de adaptarse, tratar de exigir mayores controles para detectar fraudes, pero muchas veces estos controles pueden entrar en conflicto con otros derechos y también con el negocio. Cuántos datos pido, acepto o no acepto la biometría, cómo protejo la información de mis clientes, etc.
Es un reto evitar la suplantación de identidad y los reguladores deberían ser más flexibles y las autoridades pertinentes (véase la AEPD) poner menos trabas interpretativas a la hora de valorar el uso de tecnologías que ayuden a combatir nuevas formas de defraudar. Si quiero evitar fraude, necesito armarme de tecnología, en definitiva herramientas destinadas a identificar cuándo un cliente no es quien dice ser.
Jorge Hinojosa.- Hablar de suplantación es importante analizarlo desde distintos puntos de vista. Por un lado, desde la perspectiva del suplantado y lo que significa en sí mismo un problema que hay que procurar mejorar para que no ocurra. Es cierto que, a pesar de operar en un entorno regulado, existen fallas por las que se cuelan ciertos comportamientos.
Ello no impide reconocer, que aun teniendo en cuenta las cifras, en términos generales, el sector del juego online cumple de manera muy importante con los mecanismos de control exigibles, y en algunos casos, incluso incorporando algunos otros adicionales.
A pesar de todo lo que se está hablando sobre la suplantación de identidad, un 4,7% de los ganadores de premios superiores a 100 euros han denunciado casos de suplantación? Y de ellos, la mitad, fueron bloqueados directamente por los operadores.
Por tanto Es importante dimensionar correctamente esta cuestión, porque de lo contrario podría parecer que el sector del juego lleva años operando sin criterios claros. En realidad, por un lado, contamos con un entorno regulatorio definido por nuestro regulador, la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), que establece cómo deben llevarse a cabo los procesos de verificación. Y, por otro lado, se trata de procesos tecnológicamente complejos.
Los operadores del juego en España están en una posición privilegiada para innovar y garantizar los mejores mecanismos de verificación. Ahora bien, esa innovación debe evitar convertirse en una carga ineficiente. No tendría sentido implantar un sistema que complique los procesos y que, además, dentro de cuatro años nos siga dejando los mismos resultados.
¿Cuál sería tu conclusión?
J.H.- La casuística de quien suplanta identidades es compleja. Desde bandas criminales, pasando por personas que quieren saltarse sus propias limitaciones, entornos familiares que se aprovechan o quien quiere ver una ventaja en las promociones comerciales.
Por tanto hay que abordarlo también desde ópticas distintas.
¿Es el sector del juego especialmente problemático en este sentido? No. En condiciones normales, no lo es más que cualquier otro. Creo que estamos ante un riesgo inherente a los entornos digitales, donde los casos de suplantación de identidad son más frecuentes, pero no se trata de un problema específico del juego online.
Como he indicado anteriormente, el 55% de las cuentas que sufrieron suplantación fueron bloqueadas por los propios operadores. Es decir, ya existe un filtro de seguridad que aplican las propios operadores. La clave está en analizar el problema, entender cómo se está abordando y evaluar los resultados. Si hablamos de blanqueo de capitales, delincuencia organizada o fraude vinculado al juego, evidentemente nos vamos a encontrar con estos elementos. Por eso, mi reflexión sobre la suplantación de identidad es clara: estamos ante un proceso de cambio en el entorno digital que hay que acometer.
¿Sucede algo parecido en la cuestión del blanqueo de capitales?
J.H.- No tengo claro si estamos ante una problemática general o si afecta de forma específica al sector del juego. Lo que sí puedo afirmar es que el blanqueo de capitales, en sí mismo, es la conducta que debe perseguirse. Y es evidente que las bandas criminales que se dedican a este tipo de actividades utilizan todos los canales que tienen a su alcance: tráfico de drogas, de armas, de personas… Ahora bien, hay ciertos matices importantes. Existe una diferencia entre el papel del operador, que está encargado de vigilar el cumplimiento del sistema de prevención del blanqueo, y el del regulador, que establece unas normas que los operadores están cumpliendo.
Los operadores no están incumpliendo ninguna obligación: están haciendo lo que se les exige. Pero también es cierto que, si es necesario ir más allá, habrá que hacerlo. En realidad, lo que estamos discutiendo es cómo se relaciona e interrelaciona la actividad del juego con la privacidad, la protección de datos o la seguridad. Y, a partir de ahí, podemos abrir el debate que haga falta.
César, ¿qué nos dices a nivel regulatorio de este tema?
C.Z- El sector del juego es uno de los sectores que adicionalmente al sector financiero están identificados como sujetos al cumplimiento de la normativa en materia de blanqueo. No hay ninguna diferencia con otros sectores como la promoción inmobiliaria, los notarios o las joyerías.
Se dice que hay supuestos en los que se usan las cuentas de jugadores no para el juego, sino para mover el dinero de un lado a otro. o la existencia de cuentas que se dan de alta desde una misma IP. Pero vuelvo a lo mismo, de cara a tener la proporcionalidad que comentaba Jorge a la hora de establecer los controles, es importante que las medidas y controles se adopten de forma coordinada. Establecer dos sistemas de control independientes (DGOJ y SEPBLAC) que no se entiendan entre sí es absurdo y crea duplicidades e ineficiencias.
Recientemente se ha creado la Autoridad de la UE para la Lucha contra el Blanqueo de Capitales y la Financiación del Terrorismo (AMLA) para centrarse en las entidades de mayor riesgo como son las grandes entidades financieras. La puesta en marcha definitiva de la AMLA puede provocar que las autoridades nacionales tengan mayores recursos para controlar otros sectores que no sean el financiero.
Hasta ahora el SEPBLAC había impuesto algunas sanciones a otros sectores no financieros, pero no contaba con recursos como para hacer una labor inspectora muy activa más allá de la banca.
En el sector del juego se unen las dos cuestiones comentadas: mayor foco de la autoridad sancionadora y mayor riesgo asociada al canal online.
Ante esta situación, sería recomendable un mayor esfuerzo divulgativo por parte del SEPBLAC a fin de dotar de seguridad jurídica, de establecer criterios interpretativos claros, no se puede levantar la voz de alarma y generalizar indicando que en el sector del juego hay mucho blanqueo . ¿Qué medidas específicas recomiendo? ¿qué más puedo hacer para detectar operaciones sospechosas? La colaboración público-privada es básica en este aspecto.
Debemos abordar el tema de los métodos de pago…
J.H.- La DGOJ establece criterios específicos en materia de medios de pago dirigidos a personas en situación de riesgo. Esto supone un refuerzo en términos de verificación de identidad y de seguridad, pero centrado exclusivamente en ese segmento de la población.
A partir de ahí, entra en juego el debate sobre el uso del algoritmo, que nos lleva a una carga que puede resultar ineficiente tanto para el operador como para el cliente. Esta cuestión ha llegado al punto de que el Gobierno pretende introducir cambios normativos, como demuestra la famosa enmienda 176 a la Ley de Atención a la Clientela que plantea una modificación de la Ley del Juego con el objetivo de establecer la obligatoriedad de que todos los métodos de pago sean nominativos para todos los jugadores. Ahora bien, esto no está exento de posibles déficits y fallos y comprobaciones por parte del operador.
Por eso, los medios de pago son uno de los elementos que estarán sobre la mesa en el futuro. Y esperemos que sea un mecanismo útil en la lucha contra la suplantación de identidad, sin que ello conlleve un rechazo del jugador y lo lleve a entornos ilegales o no autorizados.
Toca hablar un poco de la incorporación de las criptos. ¿Qué está ocurriendo en este tema?
C.Z.- En la parte de medios de pago no he visto que el sector de juego en España sea por ahora muy abierto a aceptar las cripto como medio de pago. Hasta hace bien poco estaban demonizadas y siempre que se hablaba de cripto parecía que se asociaba al crimen organizado. Esto poco a poco va cambiando y en Europa ya ha entrado en vigor MiCA por lo que cada vez hay más empresas del sector cripto con medidas robustas para prevenir el blanqueo. Existen otros sectores como la inversión en los que el uso de las criptos se encuentra más normalizado.
Es obvio que para un operador de juego aceptar las criptos como medio de pago puede suponer un riesgo adicional y deberá tenerlo en cuenta, sin embargo eso no les convierte en proveedores de servicios de criptoactivos. Lo que sí deberían hacer es elegir muy bien al proveedor que seleccionen y asegurarse de que cuenta con una licencia válida en nuestro país.
MICA, que es el reglamento asociado al mundo de los criptoactivos y todos los proveedores de criptoactivos se encuentra inmersos en el proceso de conseguir su licencia ante la CNMV .
J.H.- Lo que ha comentado César es así. El sector tiene como objetivo principal ofrecer juegos. A partir de ahí, surgen una serie de elementos asociados a esa actividad. Como el usuario debe depositar dinero, entonces se incorporan los sistemas de pago. Como debe identificarse, entran las verificaciones de identidad. Pero, en esencia, nuestra actividad consiste en ofrecer un producto que sea seguro y que responda a las expectativas del cliente.
El sector no tiene ninguna animadversión hacia los sistemas que se establezcan. En todo caso, lo que pedimos es que existan los mismos criterios para todos los métodos de pago, siempre que ofrezcan seguridad tanto para el cliente como para el operador. A partir de ahí, debería construirse un marco de normalidad. Que un sistema u otro acabe siendo el preferido por los usuarios es algo que veremos con el tiempo.
En segundo lugar, si persiste cierta desconfianza en relación con la seguridad del usuario, es previsible que la tendencia del regulador sea la de restringir el uso de varios métodos de pago, con la intención de proteger al usuario, y no tanto de proteger al mercado.
C.Z.- Mi conclusión es que ante la complejidad y la gran cantidad de obligaciones normativas los reguladores tienen que ser más didácticos, deben ayudar más a las compañías, dotar de una mayor seguridad jurídica y generar recomendaciones que puedan llevarse a la práctica por parte de los operadores de una forma coherente con el negocio
J.H.- La mayoría de los operadores de juego online son empresas que operan en múltiples jurisdicciones europeas, y muchas de ellas cotizan en Bolsa. Esto las hace especialmente sensibles al cumplimiento normativo, sin duda, y es evidente que nunca accederían a un mercado que presentara problemas de control. Nuestro regulador y nuestro mercado tienen la fortuna de contar con operadores de altísimo nivel en materia de cumplimiento. El comportamiento del sector es intachable y debiera generar confianza en todos los sentidos.