Cataluña recaudó en 2018 más de 220,4 millones de euros por la actividad del juego, un 5,60 por ciento más que el año anterior, según la Memoria de la Agencia de Tributos y Juego de la Generalitat hecha pública ayer.
El aumento, según la Agencia, es producto fundamentalmente de las máquinas recreativas y de azar, cuya recaudación crece más de un 7 por ciento, mientras que la del bingo sube un 6,74 por ciento y las tasas por apuestas en tienda sube más de un 25,2 por ciento. En cambio, la recaudación por los casino baja en un 6,75 por ciento.
Las máquinas recreativas engrosaron la recaudación en 150,7 millones de euros. Los bingos aportaron 45 millones de euros a esos tributos y los casinos, 21,9 millones de euros.
Las apuestas en tienda, por su parte, aportaron 2,6 millones de euros a la Hacienda Pública catalana. Cabe recordar que la competencia y la recaudación de las apuestas online corre a cargo del Estado y las comunidades autónomas tienen solo la responsabilidad y recaudación de las tiendas retail. Por último, las rifas apenas supusieron unos 103.000 euros.
En la lucha contra el fraude fiscal, el juego ha supuesto el 6,5 por ciento de la recaudación en esta materia en Cataluña. Los impuestos al juego en esta región generaron en casinos y bingos 130,7 millones de cartones vendidos y las máquinas recreativas generaron un valor de 144,3 millones de euros. Además, se generaron 335.000 euros en liquidaciones complementarias, prácticamente en su totalidad en la provincia de Barcelona, donde se liquidaron las tasas sobre el juego.
En materia de sanciones, de los 9 recursos sobre tributos al juego impuestos por la Dirección General de Tributos, se estimaron dos; uno se estimó solo en parte y otros dos se desestimaron totalmente. Dos de ellos quedaron pendientes al final del ejercicio.