La Policía Nacional ha desarticulado una organización dedicada a crear falsas cuentas de juego online burlando los límites de las casas de apuestas. La investigación se ha centrado en el blanqueo de capitales, falsedad documental, contra la hacienda pública, estafa y usurpación de estado civil.
La denominada operación Pippen, coordinada por el Servicio de Criminalidad Informática de la Fiscalía Provincial de Granada, ha permitido detener en Madrid al presunto líder de la organización así como investigar a cerca de medio centenar de personas por su presunta participación en los hechos. Además han sido identificadas más de 260 víctimas repartidas por todo el territorio nacional, incluso algunas de otros países, cuyas identidades han sido suplantadas.
Esta investigación es la continuación de la Operación Jordan que, desarrollada en marzo del 2022, permitió desarticular una organización criminal que, presuntamente, había “hackeado” sistemas informáticos de instituciones públicas de Madrid y Granada, cambiando la domiciliación de nóminas y derivando el pago a cuentas abiertas con documentación falsificada. En ese momento se arrestaron a ocho personas, por la presunta estafa de unos 53.000 euros, y se llevaron a cabo tres registros domiciliarios en Madrid donde se intervinieron cuatro vehículos deportivos de alta gama valorados en más de 450.000 euros, unos 50 dispositivos informáticos, 70.000 euros en metálico y unas 400 tarjetas.
Investigadas más de 40 personas y detenido el presunto líder
Con la Operación Pippen se ha continuado la investigación gracias al análisis de la documentación, tanto física como digital, y de la información obtenida en la Operación Jordan, respecto a delitos de blanqueo de capitales, falsedades documentales, contra la hacienda pública, estafa y usurpación de estado civil.
Una vez analizada dicha documentación, entre la que destaca más 300 tarjetas de crédito, y la localización de cerca de 1.000 cuentas bancarias utilizadas por el principal investigado, se detectaron nuevos hechos delictivos que, utilizando dichas cuentas abiertas a nombre de terceros, conformaban una estructura financiera compleja. Su finalidad era la ocultación del origen y destino de los fondos investigados transferidos y que, además, era receptoras del dinero procedente de los delitos investigados en la primera operación.