CeJuego lleva trece años de actividad con el objetivo de defender los intereses de las empresas españolas del sector. Con la idea de trabajar con la mirada larga y siempre pensando en la sostenibilidad del sector, CeJuego sigue jugando un papel fundamental como interlocutor entre las compañías y la administración.

En Gaming Intelligence en Español hemos visitado al Director General de Cejuego, Alejandro Landaluce, para conocer el momento que atraviesa así como sus planes de futuro. Centrados en guiar a las empresas ante retos tan importantes como las nuevas generaciones de clientes o la Inteligencia Artificial, Landaluce reconoce que, pese a haber disminuido la presión sobre el sector, los ataques siguen ahí por lo que la función de CeJuego sigue siendo vital.

¿Qué percepción tienen en CeJuego sobre el momento del sector?

Hay un tema muy candente. Observamos una tendencia general en contra contra el juego privado en hostelería. En CeJuego tocamos todos los palos, por eso nos damos cuenta de algo extraño. Nuestro producto lleva décadas funcionando por eso no entendemos tantas críticas en medios, PNL…Nuestros productos están hiper regulados y, además, han ido a menos. Las nuevas generaciones han cambiado sus hábitos de consumo, por lo que las máquinas B en hostelería no deberían suscitar las polémicas que hoy se crean. Creemos que todo esto está orquestado, porque los datos no apoyan lo que señalan esas campañas. Siempre hay intereses por todos lados, pero ese es nuestro trabajo.

¿Vale eso de “dato mata relato”?

Es un buen eslogan, pero no siempre es cierto. Eso funciona en el cara a cara. El problema es que el relato contrario en televisión tiene más fuerza y crea opinión. Hay algo detrás de esas iniciativas en medios, Change… La sensación es de que les venden la moto para lanzar ciertas iniciativas. Hay otros muchos problemas, pero detrás de todo esto está el hecho de que hay juego público, que es lo que presiona. Con todo esto logran que los políticos estén cerca de sacar normativas que serían terroríficas para el sector. También puedes ser moneda de cambio en el juego político y eso es muy complicado porque te ves en medio de una batalla que no es tuya. 

¿Sigues pensando que hay una cierta criminalización del juego privado en España?

Diría que hay varias cosas que comentar aquí pero, en principio, ha bajado claramente esta sensación. El sector hizo un esfuerzo muy grande para poner todo lo posible de su parte. Se han hecho muchas cosas para calmar este tipo de problemas. El tema de la publicidad o el control de acceso ha ayudado mucho a demostrar el compromiso del sector con el juego seguro. Con esto, los demás actores han empezado a hablar bien de nosotros y eso ayuda mucho. La parte menos positiva es que es un tema recurrente que usan de manera muy sencilla siempre con un mismo sesgo negativo y eso juega en contra. Hemos visto artículos que, directamente, usan datos que no son ciertos. Ciertas cosas han calado, pero ya no es lo mismo que hace unos años, sin duda.

Se ha calmado en el online pero, ¿se están viendo ataques a otras verticales?

Sí, sin duda. Ahora vemos este tipo de cuestiones contra el juego privado en hostelería. Los interpretamos como el resultado de tener un competidor muy interesado en crear una mala imagen del juego privado que, además, tiene mucha fuerza. Principalmente, es una motivación económica por parte de la ONCE, que quiere crecer. Tienen la mitad del mercado reservado, pero están buscando hacerse con más. Para meterse en nuevos mercados, lo que buscan es eliminar a la competencia.

¿En qué momento está CeJuego?

En el momento de nuestra creación, las empresas eran muy competidoras entre ellas. Conseguir juntar a todas estas compañías y que pensaran más en el sector que en sus propios intereses,  fue un reto mayúsculo. El objetivo era ver qué podíamos hacer para que el sector fuese sostenible y perdurar en el tiempo. Para ello había que lograr que el sector del juego no estuviese enemistado con la sociedad. Ver que hemos ido logrando todo esto es muy satisfactorio y gratificante. Ahora ya es todo más sencillo porque el compromiso y la colaboración están ahí. Nosotros tenemos el papel ingrato de ser quienes advertimos de ciertas cosas o decimos aquello que no conviene. La RSC es más necesaria que nunca porque las empresas del sector tienen que lograr ser sostenibles. Nosotros trabajamos para sumar, al igual que hacen el resto de asociaciones, por cierto. Nuestra relación con todas ellas es muy buena y siempre hay una gran colaboración.

¿Cómo trabaja CeJuego a nivel comunicativo?

Nosotros preferimos llevar un perfil bajo en este sentido. Nos gusta trabajar para lograr nuestros objetivos y seguir adelante sin molestar a nadie y reforzar así la confianza con nuestros interlocutores, tanto en el propio sector como en las distintas administraciones con las que tenemos relación.

¿Qué retos y objetivos están marcados en rojo para CeJuego?

La inteligencia artificial es el reto más grande que encaramos en el sector. Ver cómo puede afectar al juego online es algo en lo que pensar muy seriamente a medio y largo plazo. Puede ser algo tan interesante como peligroso. Proteger la identidad de los jugadores es primordial, por ejemplo, así que hay que tener cuidado con el tema de la suplantación de identidad. Viene un  mundo muy interesante para poder usarlo en favor de la seguridad de los clientes. 

Además, nuestro mayor reto es ser capaces de seguir divirtiendo a la gente, adaptándonos a las nuevas tendencias y perfiles de usuario. Esto deberá ser sostenible y saludable, así que hay mucho que hacer porque el mundo cambia constantemente y la oferta de ocio se multiplica. Atraer a las nuevas generaciones nos obliga a mejorar nuestra oferta, a modernizarla y adaptarla… todo ello, sin complejos. En definitiva, es un momento apasionante en el que debemos superar grandes desafíos, de ahí que,  como asociación, nos guste trabajar a largo plazo.