Los cuerpos policiales trabajan con el objetivo de reforzar la integridad del deporte ante las muchas amenazas que sufre en estos momentos. Las actividades delictivas evolucionan constantemente haciendo fundamental el trabajo de equipos especializados y su estrecha colaboración tanto a nivel nacional como internacional.
En Gaming Intelligence en Español hemos reunido a los responsables policiales de España y Ecuador para conocer de primera mano su trabajo y su cooperación. David Calvete y Cristian Pineda nos ofrecen las claves de la lucha contra el amaño de partidos y en favor de la integridad deportiva en una conversación que vuelve a dejar clara la necesidad de reforzar su tarea y de desarrollar la regulación más fuerte que sea posible.
¿Cuáles son los objetivos que persiguen sus unidades?
David Calvete: Nuestro servicio de control de juegos de azar mantiene sus objetivos y su forma de trabajar. Nos identifica el amor a nuestro trabajo y eso se traduce en los éxitos que estamos logrando y queremos contar con nuevos integrantes para poder seguir creciendo. Queremos reforzar los tres grupos. En cuanto a nuestros objetivos siguen siendo los mismos. El principal es la lucha contra la corrupción deportiva, centrándonos en preservar la integridad y la transparencia en el ámbito del deporte. Esto conlleva la desarticulación de organizaciones criminales que pretendan introducirse en el ámbito deportivo para lograr beneficios de manera ilegal. Hay más, por supuesto. Seguimos trabajando para fomentar la prevención desde la UDEF Central con programas de formación y concienciación contra actos de corrupción. Por ejemplo, hacemos jornadas de formación con LaLiga en las que están también las policías autonómicas. También hay proyectos de todo tipo para trabajar en este objetivo de la integridad con jóvenes, asociaciones…
Cristian Pineda: Como Policía Nacional del Ecuador en la sección deportiva, nosotros trabajamos en dos líneas muy importantes. La primera de ellas está enfocada al desarrollo y fomento deportivo de los servidores policiales. La segunda busca lograr la integridad deportiva y prevenir aquellos delitos que se deriven de la práctica deportiva. El objetivo es ayudar a contar con un deporte limpio y libre de delitos e irregularidades que puedan afectar a los bienes más preciados del deporte.
La colaboración con todo tipo de entidades es clave.
DC: Sí, por supuesto. Además de las que ya hemos nombrado, trabajamos también para colaborar con federaciones y entidades de otros tipos para alcanzar nuestros objetivos. Nos gustaría lograr convenios con todas las federaciones deportivas, pero a veces no es posible y hay que buscar otras formas de colaboración.
La prevención también se trabaja desde un punto de vista internacional. Hay muchas agencias de otros países que nos llaman para participar en ponencias, dar nuestro punto de vista… La colaboración entre nosotros es vital.
C.P. La cooperación con organismos externos existe. Nosotros realizamos constantemente acercamientos con el Ministerio del Deporte como organismo rector que es de esta actividad. A través del Ministerio estamos vinculados a las distintas federaciones deportivas del país y también a las regionales siguiendo la lógica de sus propias estructuras orgánicas. Con ellos trabajamos, sobre todo, en el ámbito de la promoción deportiva. De manera muy esporádica hemos trabajado también en dar conocer nuestras propias actividades con el objetivo de concienciar a nuestra sociedad de la importancia de la integridad en el deporte. Sin embargo, nuestra colaboración con las casas de apuestas todavía es menor porque esta actividad todavía no está legitimada en nuestro país por lo que estas empresas actúan todavía en las nebulosas porque en la normativa actual no se establece su legalidad o ilegalidad. La regulación aquí aún tiene que ver más con impuestos que con operaciones, así que queda mucho por hacer.
¿Cuáles son las claves del trabajo policial a nivel internacional?
D.C. Nosotros trabajamos mucho con INTERPOL y Europol. En los eventos a los que acudimos siempre buscamos cerrar colaboraciones con entidades y países que nos resultan de interés. Este es el caso de Argentina, Ecuador, Perú, Colombia y otros países latinoamericanos. Son países que están muy interesados en empezar proyectos con España, tanto con el Ministerio del Interior, a través del CENPIDA, o con el de Consumo, a través de la DGOJ. Recogemos un gran interés por parte de estos y de otros países en nuestro trabajo, así que no dejamos de buscar la creación de nuevas alianzas estratégicas. Esta es la clave de nuestro trabajo a nivel internacional, sin olvidarnos de organismos internacionales como la FIFA, la UEFA, las Naciones Unidas, AMERIPOL, ASIAPOL…
C.P. Para nosotros, queda mucho trabajo por hacer por una cuestión propia de nuestro país. En Ecuador, la manipulación deportiva y todo este tipo de actividades ilegales derivadas del deporte todavía no son prácticas muy visibilizadas. Para empezar, nos gustaría tener un mayor acercamiento a las casas de apuestas y este tipo de entidades porque sabemos que son de donde pueden nacer actividades ilegítimas dentro del deporte.
¿Hay una especial relación entre España y los países latinoamericanos también en lo que se refiere al trabajo policial?
D. C. En nuestro caso, buscamos de manera especial fortalecer nuestras relaciones con América Latina por motivos evidentes. Para esos países somos referentes en cuanto a cómo investigamos o cómo nos enfrentamos al amaño deportivo. Hemos visto siempre un gran interés por su parte en este tipo de cuestiones, sin duda. En estos países, el fútbol es un deporte clave y han visto que el amaño es un problema grave a nivel policial y legislativo, de ahí que se fijen en España para conocer nuestro trabajo en profundidad. La diferencia está en que hay un mayor soporte legislativo en España, aunque habría que revisar el Código Penal, ya que en muchos países de Latinoamérica no cuentan con ello.
C.P. Somos un equipo técnico-metodológico que se enfoca en el área del fomento deportivo. Al tener que realizar algún operativo, lo hacemos con las direcciones específicas que mejor se adapten al problema particular que atendemos. A partir de ahí, nuestra colaboración con otros países como España se articula a través de AMERIPOL y, en menor medida, con INTERPOL y EUROPOL. A través de estos mecanismos llevamos a cabo cualquier tipo de colaboración en el ámbito policial. Con la Policía española trabajamos para crear algún tipo de capacitación, prevención e información que ellos ya manejan hace tiempo por el avance que tienen en esta área de la integridad deportiva. Hemos coincidido en eventos que organiza INTERPOL en mesas sobre el tema y hemos podido compartir experiencias. Sabemos que, a través de la Policía española, podríamos llevar adelante cualquier tipo de colaboración en pocos días.

¿Siguen llegando amenazas desde América Latina a las empresas que operan en España? ¿Qué tipos de amenazas detectan en Ecuador?
D.C. No estamos detectando problemas de este tipo. En buena medida, nos ayuda el gran trabajo que hace en este sentido la propia DGOJ. También están muy controlados los dominios ilegales y también hay grandes entidades como la UEFA, LaLiga y otras que monitorean las apuestas. Todo esto da un volumen de información para nosotros muy alto, algo clave para detectar este tipo de actividades. Además, muchos países de América Latina están iniciando el juego online y regulando sus mercados, algo que ayuda también a frenar todas estas cuestiones. Una vez más, se fijan en la legislación española para el desarrollo de la suya propia. Lo mismo ocurre a nivel policial. De hecho, es más fácil apostar desde España en mercados asiáticos a través de VPN que hacerlo en el mercado español desde fuera.
C.P. En nuestro caso, las amenazas llegan desde los amaños deportivos de los propios deportistas, cuerpos técnicos… Por fortuna han sido muy puntuales, pero las medidas han sido de carácter disciplinario. De nuevo, el no contar todavía con un marco regulatorio bien definido hace que las amenazas puedan llegar de otros lugares, pero no podemos saberlo en estos momentos.
¿Queda mucho por hacer en la colaboración policial con los países latinoamericanos?
D.C. Es algo complicado porque cada país tiene su propia idiosincrasia. Por ejemplo, el amaño de partidos no es un delito preferente en muchos de estos países. Lo grave de esto es que el amaño deportivo puede estar financiando otras actividades de grupos criminales de estos países y ahí hay un problema mucho mayor. Muchos se están dando cuenta de esto y están trabajando para legislar y trabajar con más fuerza contra esto. De este modo, la colaboración policial podría ser mucho más efectiva, así que el margen de mejora es evidente todavía.
C.P. La verdad es que sí ya que, en el ámbito de la integridad deportiva, todavía no se ha desarrollado mucho este ámbito de colaboración o, al menos, no se ha hecho del todo formal. Una vez más volvemos a toparnos con el problema que supone el que se trate de una actividad que todavía no está regulada en nuestro país y no se ve como un delito preeminente. Contar con una regulación fuerte sería clave para poder desarrollar nuestra actividad policial. La ley debe estar a la vanguardia de las necesidades del país y debemos avanzar en este sentido porque el delito es muy activo y se desarrolla en muchos ámbitos.