La creciente complejidad de la regulación en el sector del juego ha hecho más necesaria que nunca la labor de Braida. Centrados en ofrecer una visión práctica y estratégica a sus clientes, la compañía sigue creciendo enfocada en la mejora de la calidad y la profesionalidad del sector.

En Gaming Intelligence en Español, hemos conversado con su Head of iGaming Operations, Vanessa Basteiro, para conocer de primera mano sus líneas de trabajo, su visión sobre el sector y sus planes de futuro. Con el foco puesto en guiar los pasos de los operadores en el día a día, Braida publicará en los próximos meses sus artículos en nuestra web en una colaboración que dará un enfoque profundo y distinto del sector a nuestros lectores.

¿Qué es Braida?

Braida es una empresa de servicios especializada en acompañar a los operadores de juego en su actividad diaria. No somos una consultora convencional ni un proveedor técnico más: somos un equipo con amplia experiencia operativa, criterio experto y conocimiento real del sector.

Compartimos nuestra experiencia para optimizar procesos, identificar riesgos y reforzar áreas clave como cumplimiento, AML, fraude, pagos, atención al jugador o formación.

En definitiva, Braida aporta una visión práctica y estratégica que se traduce en resultados medibles. Nuestro objetivo es elevar los estándares de calidad y profesionalidad en un sector cada vez más exigente.

¿Cuáles dirías que son las claves del trabajo de Braida?

Las claves del trabajo de Braida se pueden resumir en tres ideas: criterio, personalización y presencia real en el día a día del operador.

Lo primero, criterio: porque no aplicamos recetas genéricas ni teorías ajenas a la práctica. Analizamos cada situación con el conocimiento profundo y la visión estratégica que solo da la experiencia directa en el sector, entendiendo sus dinámicas, retos y riesgos reales.

Lo segundo es la personalización: cada operador tiene estructuras, equipos y objetivos distintos, y nuestras soluciones se adaptan a eso. No ofrecemos productos cerrados, sino servicios ajustados a la realidad operativa.

Y, por último, presencia: no nos limitamos a entregar un informe o una checklist. Acompañamos a los equipos, resolvemos dudas y ayudamos a implantar mejoras. Ese seguimiento continuo, basado en confianza y comunicación, es lo que hace que nuestro trabajo tenga impacto real.

Retos del sector del juego en España: ¿cuáles dirías que son? ¿Qué consecuencias prevés como consecuencia del algoritmo…?

El sector afronta varios retos que convivirán en paralelo durante los próximos años. Por un lado, los retos comerciales seguirán siendo determinantes: cómo fidelizar a los jugadores, diferenciarse en un entorno cada vez más competitivo y, al mismo tiempo, hacerlo dentro de un marco, probablemente, de mayores restricciones publicitarias y requisitos regulatorios.

Por otro lado, los retos operativos, centrados en aumentar la eficiencia, reducir riesgos y optimizar costes, ganarán aún más relevancia. La capacidad de las organizaciones para mejorar sus procesos internos será clave para sostener la rentabilidad y la calidad del servicio. 

A ello se suman los retos derivados del ámbito regulatorio, con la aplicación de nuevas medidas como el sistema de límites conjuntos o los algoritmos de catalogación de riesgo, que requerirán un alto grado de adaptación, planificación y conocimiento técnico.

En relación con el algoritmo, marcará previsiblemente un punto de inflexión en la relación entre operadores y jugadores. Esta herramienta puede ser muy valiosa si se gestiona correctamente, pero también implica riesgos prácticos: puede generar falsos positivos, provocar la insatisfacción de jugadores catalogados de manera incorrecta y obligar a los operadores a invertir tiempo adicional en revisión y seguimiento. Garantizar un equilibrio adecuado entre automatización y criterio humano será clave para minimizar estos posibles efectos negativos.

Desde Braida, seguiremos acompañando a los operadores y al propio sector en ese proceso de transformación, aportando análisis, criterio y experiencia para convertir esos desafíos en oportunidades reales de mejora y evolución.

¿Qué opinión tienes sobre las restricciones legislativas al sector?

La regulación debe seguir un equilibrio entre protección y operatividad. Justo se vuelve a hablar sobre la reintroducción de las cláusulas del RD 958/2020, anuladas por el Tribunal Supremo, que atañen al tema de los bonos de bienvenida… unas cláusulas retiradas por vía judicial y que pretenden reintroducir por vía política, solo para el juego privado, dejando al margen el juego reservado.

En cualquier caso, mi opinión es que debe haber mayor comunicación entre empresas y legisladores, y un criterio conjunto a la hora de legislar para proteger al jugador, teniendo en cuenta, también, los factores operativos y otros factores como, por ejemplo, la amenaza del juego sin licencia.

Ese es un gran ejemplo, ¿podrías desarrollarlo mejor?

El caso del juego sin licencia es un buen ejemplo sobre la importancia de proteger al jugador, a la vez que al sector, ya que una regulación muy restrictiva en algunos aspectos puede conducir al jugador al uso de estas páginas, con lo que claramente sería una regulación contraproducente a los objetivos que se persiguen, tal como ha pasado recientemente en Holanda, donde se estima que el 50% del GGR se ha desviado a webs ilegales, según datos de la KSA (Autoridad de juego de Países Bajos).

Si hablamos en concreto de España, el juego sin licencia sigue siendo accesible, y eso representa un riesgo real, tanto para los jugadores como para el propio sector. Eso deja a los ciudadanos totalmente desprotegidos: sin garantías, sin control de edad, y sin medidas como la verificación de autoprohibidos.

En definitiva, creo que lo importante es seguir trabajando en la prevención y la concienciación. Educar al jugador, reforzar la visibilidad de los operadores con licencia que cumplen con la regulación y coordinar esfuerzos entre administraciones y empresas para legislar de forma efectiva.

¿Crees que existe una “sobrerregulación” del sector del juego en España?

Más que hablar de “sobrerregulación”, creo que lo importante es analizar cómo se aplican realmente las normas a nivel operativo y si su impacto es verdaderamente efectivo en la protección del jugador. La regulación es imprescindible, pero su verdadero valor depende de que se traduzca en marcos prácticos y aplicables que respondan a la dinámica real del sector.

Está por ver, en todo caso, cómo afectarán los próximos cambios regulatorios, como la implantación del algoritmo de catalogación de jugadores de riesgo, el nuevo sistema de límites conjuntos o la reintroducción de las cláusulas. Todos ellos pueden suponer un cambio relevante en el ecosistema del juego privado, y es fundamental que se implementen con la máxima certeza de que cumplirán sus objetivos sin generar efectos indeseados, como el desplazamiento de jugadores hacia operadores sin licencia o el aumento de suplantaciones de identidad y fraudes.

¿Cómo ves el futuro del sector y qué papel tiene Braida en él?

Creo que el sector del juego online en España está en un punto de madurez importante, pero también de redefinición. Hay nuevos retos, más exigencias y un entorno cada vez más competitivo. El futuro pasa por encontrar el equilibrio entre cumplimiento, innovación y sostenibilidad operativa. Los operadores que consigan mantener ese equilibrio serán los que mejor se adapten a los cambios que vienen.

En ese escenario, Braida tiene un papel muy claro: aportar criterio, acompañamiento y visión práctica. Nuestra labor es ayudar a que los operadores conviertan la presión regulatoria y los retos técnicos en oportunidades para mejorar, crecer y consolidar su posición en el mercado.