Coljuegos destruyó en 2017 un total de 3.933 elementos de juegos de suerte y azar que operaban sin autorización, un 26% más que en 2016, según el último balance de la reguladora colombiana.

De todos los elementos destruidos, 3.038 fueron máquinas electrónicas tragamonedas, que operaban sin autorización y que dejaron de aportar al Sistema de Salud del país 8.068 millones de dólares.

Ésta es la cifra anual más alta de tragamonedas destruidas por Coljuegos a lo largo de su historia. Además, se destruyeron también sillas, balotas, monitores, teclados y baloteras de bingo, como una ruleta y 156 elementos de apuestas deportivas online. 

Según explicó el presidente de Coljuegos, Juan Perez Hidalgo, «el 89,2% de los recursos que se cobraron por las tragamonedas al cierre de 2017, más de 259.455 millones de dólares, fueron recaudados y transferidos a la salud. De otros elementos de juegos de azar, como mesas y bingos, se recaudó un 7,9% (20.397 millones de dólares) y un 3% (7.720 millones de dólares), respectivamente”.

El presidente del regulador colombiano, explicó que el proceso de destrucción de los elementos que operaban sin autorización se realizó una vez agotado el proceso administrativo de retiro y decomiso.

“La destrucción del total de los 3.933 elementos de juegos de azar representaba una evasión estimada en el pago de derechos de explotación de 15.400 millones de dólares que se deja de percibir por año, afectando a la inversión en nuestro sistema de salud”, añadió el presidente de Coljuegos.

Uno de los factores que más ha influido en el éxito de esta gestión ha sido la firma de los 11 Pactos por la Legalidad con 10 departamentos del país que cuentan con las principales cuotas del mercado del juego, según Pérez Hidalgo.

Finalmente, el presidente de Coljuegos invitó a los colombianos a jugar solo en establecimientos autorizados por Coljuegos.