Colombia está impulsando un plan anticorrupción y de atención al ciudadano para 2018 con la finalidad de optimizar su gestión del sector del juego. La ‘estrategia antitrámites’ y el control son sus principales apuestas.

El regulador colombiano hizo un mapa de riesgos de corrupción en la gestión del sector ya en 2016 y desde entonces se ha puesto en marcha un programa anual que vigila y actualiza los riesgos de forma continua, con el objetivo de potenciar el clima de confianza, seguridad y legalidad en el sector del juego en el país latinoamericano. 

La apuesta de Coljuegos por reducir los trámites y mejorar la eficacia se inició en 2017 con la simplificación del trámite de autorización de licencias por internet. Según el plan previsto por el regulador, entre enero y abril de 2018 los esfuerzos se centrarán en reducir los trámites para autorizar los juegos promocionales.

Otra parte fundamental de la estrategia consiste en dar una mayor transparencia a la rendición de cuentas y mejorar la atención al ciudadano, así como fomentar el acceso a la información por parte de los interesados. Entre las propuestas, aparece además la de afianzar la relación entre Coljuegos y los grupos de interés del sector y aumentar la comunicación y la información sobre el regulador. 

Con este plan, el regulador colombiano pretende impulsar «la transformación de la industria del juego en un sector responsable» y aplicar «estándares de clase mundial» para que el Estado obtenga una mayor rentabilidad de la industria del juego, fondos que son transferidos a la salud. Desde esta institución se estima que, al ritmo actual, en 2027 Coljuegos habrá transferido al sector colombiano de la salud 1,04 billones de dólares.

El plan ha estado abierto para alegaciones, plazo que finalizó ayer y ahora continúa su tramitación pública.