Albania cierra las casas de apuestas y nacionaliza el juego

El Parlamento albanés aprobó ayer una ley que prohíbe la gestión privada de los juegos de azar y loterías y convierte esta actividad en un monopolio del Estado.

La ley fue aprobada hoy con 75 votos a favor, ninguno en contra y ninguna abstención, pero con la ausencia de la oposición conservadora que boicoteó la sesión.

«El 31 de diciembre se cierran los casinos electrónicos, apuestas deportivas y en carreras de animales, salas de bingos, y juegos de azar electrónicos», declaró el ministro de Finanzas y Economía, Arben Ahmetaj. Para esa fecha, habrán de cerrar las 4.200 casas de apuestas privadas repartidas por todo el país.

Después de esta fecha, la organización, el desarrollo y la mediación de los juegos de azar, apuestas deportivas y las loterías serán responsabilidad exclusiva del Estado. La única excepción la constituirán los casinos, que podrán seguir operando de forma privada, pero únicamente en zonas turísticas y en hoteles de cinco estrellas.

Los juegos de azar, especialmente las apuestas deportivas, han crecido de forma galopante en los últimos años. Según el primer ministro, Edi Rama, esta medida se toma para minimizar el impacto social negativo del juego y combatir el crimen organizado que financia «a gran escala» una industria que mueve 700 millones de euros anuales.

«Este es un mercado que se ha ido ampliando gracias a las inyecciones del dinero del crimen», afirmó Rama. Los diputados socialistas han denunciado públicamente la «presión criminal» ejercida desde este sector para que no aprobaran las enmiendas a la ley que regula esta actividad.

En este sector operan 20 compañías licenciadas y el mayor operador es la empresa austríaca Novamatic Gaming Industries GmbH, con sus filiales de la Lotería Nacional, Astra Albania y Adriatik Game, mientras que el mercado de las apuestas deportivas está controlado por tres compañías, Top Start, Lloto Sport e I.T.S.G.A. Los 4.200 locales de apuestas del país dan empleo a 7.300 personas.

Los que rechazan la prohibición son las empresas de este sector que consideran «populista» esta iniciativa y han advertido de que apelarán contra la decisión del Parlamento ante tribunales nacionales e internacionales.