La Ciudad de Buenos Aires quiere ponerle un impuesto al juego

7 noviembre 2018 7:03 pm GMT | Last updated: 7 noviembre 2018 La Ciudad de Buenos Aires quiere ponerle un impuesto al juego

El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, siguió los pasos de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y presentó un proyecto para poner en marcha un impuesto sobre el juego. 

La iniciativa tiene por objeto engrosar las arcas públicas en medio del ajuste que se estima costará 6.500 millones para la Ciudad y alrededor de 35.000 millones para la Provincia.

De esta forma, el proyecto de ley de Rodríguez Larreta pretende crear un nuevo impuesto que le permita financiar programas de infraestructura y de asistencia en áreas sociales. El mismo estará integrado esencialmente por recursos provenientes de los premios de las máquinas tragamonedas. 

A través de esta propuesta se pretende crear un “Fondo de Integración y Desarrollo Social” (FIDeS). En líneas generales es muy similar a la iniciativa presentada por Vidal junto al proyecto del Presupuesto 2019 para su distrito. 

El proyecto -que lleva la firma del ministro de Economía porteño, Martín Mura- establece la conformación de este fondo, el cual indica que el resultado del gravamen “tendrá destino específico para el financiamiento de programas de infraestructura, mantenimiento y de asistencia, en salud, educación y desarrollo social”.

Según reveló la agencia Télam, el mismo estará integrado principalmente por “un aporte del 2 por ciento sobre todos los premios o créditos resultantes de las sucesivas apuestas realizadas en máquinas electrónicas y electromecánicas de juegos de azar de resolución inmediata”.

La idea es que se trate de un impuesto al «coin out», es decir, al monto que el apostador puede ganar cuando juega con una máquina tragamonedas.

Las salas de juego tendrán que oficiar como agentes de retención, algo que ya hacen con el impuesto a las apuestas que entró en vigor en 2017. En concreto, se tratará de un impuesto que variará entre el 2 y el 5 por ciento de cada «coin out», lo que representaría cerca de 2.000 millones para la Ciudad, y 5.000 millones para la provincia de Buenos Aires. 

Desde ambos territorios estiman que recién en marzo del año próximo podría comenzar a cobrarse el nuevo impuesto, ya que entienden que los empresarios del sector presentarán diferentes medidas cautelares.