EXCLUSIVA.- En diálogo con GIEspañol, Jaime Irizarry, director de la División de Juegos de Azar de la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR), analiza la situación actual de la industria tras la reciente aprobación del proyecto que legaliza las apuestas deportivas en la Isla.
A fines del pasado mes, la Cámara de Representantes y el Senado de Puerto Rico aprobaron el proyecto que autoriza las apuestas deportivas en el país, una medida que busca allegar fondos adicionales al fisco.
El Proyecto 2038 contiene dos elementos principales. En primer lugar, la autorización de apuestas deportivas en las modalidades de apuestas deportivas, eSports y fantasy games. En segundo lugar, la creación de una Comisión de Juegos de Azar con la finalidad de integrar en un solo ente la fiscalización y regulación de los juegos de azar en la Isla. Según la medida, la Comisión estará compuesta por cinco representantes del poder Ejecutivo y dos del sector privado que deberán ser nombrados por el gobernador Ricardo Rosselló, con consejo y consentimiento del Senado.
En cuanto al impuesto aprobado, en el caso de las apuestas presenciales será de 7 por ciento y en el caso de apuestas por Internet o móviles será de un 12 por ciento, ambos provenientes del ingreso bruto de las apuestas.
Un 5 por ciento de los ingresos generados se dirigirá al Departamento de Recreación y Deportes (DRD) para el apoyo y desarrollo del deporte. Dentro de ese 5 por ciento, un 3 por ciento será destinado a organizaciones sin fines de lucro que se dediquen al desarrollo, promoción y fomento, con fines competitivos del deporte, y un 2 por ciento a organizaciones sin fines de lucro dedicadas al desarrollo, promoción y fomento, con fines competitivos del deporte paralímpico de la Isla.
Sobre la cantidad de licencias que se otorgarán, Irizarry señala que “no existe disposición específica en la medida; no obstante, será la Comisión mediante reglamentación quien determine las cantidades a ser otorgadas considerando el mercado disponible”.
El tiempo para poner en marcha el mercado de apuestas deportivas será provisto una vez que la Comisión comience en funciones y autorice los reglamentos necesarios. “El Gobierno de Puerto Rico requiere que sea de una forma ágil y efectiva cumpliendo con los parámetros autorizados”, apunta Irizarry.
Según un estudio de la firma The Innovation Group, proyectan ingresos de la actividad de entre 29 millones de dólares para el 2020 y de forma escalonada hasta 87 millones de dólares para el 2024.
En opinión de Irizarry, “la nueva medida brinda a la industria de juegos nuevas oportunidades para generar ingresos y empleos. El estudio de Innovation Group nos presenta la posibilidad de un ingreso adicional para la industria de los casinos de aproximadamente 5 millones de dólares para este sector para el año 2024. Esto demuestra un incremento en los ingresos para el sector, minimizando el efecto negativo en los recaudos y permitiendo recaudos adicionales que en la actualidad no reciben. Lo mismo sucederá en la Industria Hípica al poder diversificar las apuestas”.
Sobre el sector de juegos de azar en Latinoamérica, Irizarry sostiene que “vemos una industria acelerada hacia la tecnología con grandes avances de regulación y, sobre todo, con un compromiso de conciencia social y responsabilidad con relación a los participantes. Los países han reconocido la necesidad de compartir información relacionada a las operaciones y regulaciones como una forma de intercambio necesario para la protección y fiscalización de la actividad”.
El próximo paso en materia de regulación, según Irizarry, es la formalización de las 25.000 máquinas tragamonedas instaladas fuera de los casinos, conforme a la Ley 257 de 2018. Cabe recordar que, en marzo de este año, el Senado rechazó el reglamento presentado por la CTPR.
“Existen algunas enmiendas que la Asamblea Legislativa está considerando sobre la Ley 257 de 2018. Una vez consideradas y aprobadas las mismas, la División de Juegos de Azar de la CTPR está preparada para la elaboración y entrega de los reglamentos requeridos. Sobre el impacto en las operaciones existentes en los casinos y el hipódromo, entendemos que la medida creó un modelo de negocio distinto para estas nuevas Máquinas de Juegos de Azar en Ruta, y este elemento, en unión a la interconexión por medio de un sistema, evitará el impacto negativo en el sector”, afirma Irizarry.
“En la CTPR creemos firmemente en que todas las gestiones en favor del sector de juegos de azar y la creación de nuevas modalidades serán positivas para todos. Con la nueva medida de apuestas deportivas y la formalización de las tragamonedas fuera de los casinos, Puerto Rico ha de convertirse en una jurisdicción única donde las regiones de Centro, Sur, Norte América y Caribe puedan integrarse para convertirnos en el hilo conductor de todas las tendencias relacionadas a los juegos de azar”, asegura.
