Los casinos reactivan el turismo, pero Brasil se queda fuera

Los progresos en la lucha contra la pandemia están permitiendo que los casinos comiencen a funcionar ya en diversas partes del mundo. El ejemplo más claro es el de Las Vegas, que ya permite recibir al 50% de usuarios. Tras una caída económica del 25% entre 2019 y 2020, el estado de Nevada camina hacia cifras más esperanzadoras.

En la estrategia de recuperación del sector en Las Vegas, los turistas son elementos vitales. El pasado mes de enero, el aeropuerto de la ciudad recibió un 64% menos de pasajeros con respecto al año anterior. Poco a poco, los datos mejoran, pero Brasil sigue siendo un gran perjudicado por el hecho de que Estados Unidos sigue sin aceptar vuelos procedentes de este país. La norma dice que el turista debería pasar una cuarentena de 14 días en un tercer territorio.

Una situación similar vive Macao. Este gran centro del juego relajó sus medidas para los turistas en febrero y los ciudadanos chinos ya no necesitan pasar una cuarentena a su llegada. Pese a esto, la ciudad sigue cerrada a los turistas internacionales.

En el caso de Uruguay, los casinos retoman su actividad, pero con la prohibición de recibir turistas de otros países. Los extranjeros deben pasar cuarentenas, incluidos los procedentes de Brasil, principal origen de la mitad de los clientes de estos locales.

En Brasil, los casinos siguen siendo una actividad prohibida y, ante la imposibilidad de viajar, han repuntado las opciones clandestinas. Junto a esto, también emergen alternativas legales como la de jugar en los cruceros sin necesidad de salir del país.