Blackstone, autorizado a operar los casinos Crown en Australia

La firma de inversiones con sede en Nueva York, Blackstone, que adquirió los casinos Cirsa en España y Latinoamérica, ya cuenta con las aprobaciones regulatorias pertinente para convertirse en el operador de los casinos Crown en Perth, Sydney y Melbourne.

Blackstone ha logrado la aprobación de la Autoridad Independiente de Juegos y Bebidas Alcohólicas de Nueva Gales del Sur tras una extensa evaluación después de los riesgos y problemas mostrados por estos casinos. Blackstone ofreció inicialmente 11,85 dólares australianos por acción para adquirir el negocio, y esa cifra se triplicó antes de que los accionistas de Crown aprobaran una oferta de 13,10 dólares por acción a principios de este año.

El presidente del regulador de juegos de azar de Nueva Gales del Sur, Philip Crawford, ha destacado que “estas aprobaciones son un paso clave en el trabajo continuo de la Autoridad para garantizar que Crown Sydney pueda cumplir plenamente con sus compromisos de importantes reformas operativas, de gobierno y estructurales”.

Junto a esto, Crawford también ha indicado que “las aprobaciones y condiciones dependen de que Blackstone obtenga la aprobación del Tribunal Federal para su adquisición de Crown, así como las aprobaciones regulatorias necesarias de los reguladores de Victoria y Australia Occidental”.

Más aprobaciones

También la Comisión de Control de Casinos y Apuestas de Victoria (VGCCC) ha aprobado la adquisición de Crown Melbourne por parte de Blackstone, pero sujeta a una serie de condiciones y protecciones. Una de las más destacadas es que Crown Melbourne tenga una junta directiva mayoritariamente independiente, así como mejores informes sobre actividades de lucha contra el lavado de dinero y juego responsable.

La Comisión de Juegos y Apuestas de Australia Occidental fue la última en aprobar Blackstone el pasado 10 de junio. De nuevo, esta aprobación queda sujeta a informes mejorados de actividades de juego responsable y contra el lavado de dinero, así como requisitos de no interferencia para evitar que los inversionistas institucionales de Blackstone se involucren en las operaciones diarias del Crown Casino de Perth, entre otros.