El ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, defendió la Medida Provisional (MP) 1.303/2025, que eleva los impuestos a los juegos de azar en línea del 12 % al 18 % y elimina las exenciones para inversiones financieras.
Tal y como refleja el portal de noticias brasileño, BNL Data, Haddad presentó sus argumentos durante una reunión con miembros de la comisión conjunta que analiza la MP en el Senado Federal. La medida busca garantizar el cumplimiento de la meta de superávit fiscal del 0,25 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2026.
La medida provisional se elaboró como compensación tras la revocación por parte del Congreso del decreto que aumentaba las tasas del Impuesto a las Transacciones Financieras (IOF), el cual fue posteriormente restablecido por el juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes. El gobierno considera que la medida forma parte de los ajustes tributarios necesarios para mantener el marco fiscal.
Haddad explicó que el fin de la exención fiscal para los bonos incentivados busca equilibrar la competencia con los bonos gubernamentales, cuyas ganancias ya están gravadas. Según él, menos de la mitad de los ingresos provenientes de la venta de bonos incentivados en los sectores inmobiliario y agrícola se invierten en estos sectores. El equipo del ministro informó que, en el caso de las Notas de Crédito Inmobiliario (LCI), existe un stock de R$1,35 billones, pero solo R$800 mil millones se han traducido en créditos para el sector inmobiliario.
El objetivo no es inhibir. El diferencial seguirá siendo muy alto a favor de estos bonos, que seguirán incentivados. Muy poco de este beneficio llega a los empresarios, ya sea del sector agrícola o de la construcción. Lo que queda entre la emisión del bono y su compra en el mercado, en manos de intermediarios, es un volumen muy grande de este beneficio fiscal que se está otorgando, argumentó el ministro.
El ministro también señaló distorsiones en el tratamiento fiscal de los sectores emergentes.
«Hay varios sectores que, por ser nuevos, han recibido un tratamiento fiscal que consideramos poco ideal. Los llamados apostadores llevan cuatro años sin pagar impuestos», declaró Haddad durante la reunión.
El ministro destacó que el sector de apuestas operó sin impuestos en Brasil entre 2019 y 2022. La propuesta original del gobierno enviada al Congreso ya preveía una alícuota del 18% sobre las ganancias brutas de las apuestas, pero el porcentaje se redujo al 12% durante el trámite legislativo.
Tras un análisis interno, el gobierno identificó lo que Haddad denominó «ingresos extremadamente altos» provenientes de las casas de apuestas, lo que justifica el regreso a la tasa impositiva propuesta inicialmente. La medida provisional afectará directamente a las empresas de apuestas en línea y a los inversores en valores que actualmente reciben incentivos.
El Ministro de Hacienda comparó la regulación de las apuestas con la de otros sectores sensibles. «Debe ser coherente con estos mercados, por ejemplo, porque es un problema de salud pública. En mi opinión y en la de varios expertos, las apuestas son un problema de salud pública», afirmó.