Rivera Emmanuelli (Saiber): «Latinoamérica se está tomando en serio la regulación del juego»

12 marzo 2024 1:05 pm GMT | Last updated: 12 marzo 2024 Rivera Emmanuelli (Saiber): «Latinoamérica se está tomando en serio la regulación del juego»

Jaime Rivera Emmanuelli ha cambiado la dirección ejecutiva de la división de Juego de Puerto Rico por la empresa Saiber LLC, donde es miembro. Ahora su misión consiste en asesorar, en juego y otras áreas, a aquellas empresas estadounidenses que desean invertir en Latinoamérica y viceversa. Para Rivera Emmanuelli, Latinoamérica se está tomando muy en serio la regulación del juego y, en su opinión, es vital que los distintos gobiernos cooperen para la implementación efectiva de esas regulaciones simultáneas.

Pregunta.- ¿Cómo evalúa su experiencia en la Comisión de juego en Puerto Rico?

Respuesta.- Fue una experiencia bonita, no fácil, mucho trabajo, muchas circunstancias. Pero fue una de mis mejores experiencias en gobierno y como abogado hasta ahora, profesión en la que llevo doce años. Para mí fue un privilegio haber estado como segundo al mando en la Comisión cuando se creó la regulación del juego en una sola sombrilla del gobierno en Puerto Rico. Porque, además, la Comisión comenzó sus funciones justo con el cierre del covid. 

P.- Menudo momentazo. 

R.- Pues sí, fue un reto porque se cerraron los casinos y no había casinos online. Además, administrativamente organizar la agencia del gobierno fue una experiencia enriquecedora. Cuando volví a la Comisión como director ejecutivo ya había acciones realizadas. Pero haber adelantado este sector de entretenimiento que tiene un motor de desarrollo económico fue importante. 

P.- También hay quien tiene una visión negativa del juego.

R.- En esos casos, siempre contesto que, cuando el juego se prohíbe o no se regula, se promueve el juego ilegal. Y ahí no hay protección al jugador, no hay aportación económica al gobierno ni a la sociedad en general. Cuando el juego es regulado, hay un riesgo con el juego responsable, que hay que trabajar, pero esa actividad desarrolla la economía y aporta a otros sectores importantes de la sociedad. Los casinos en Puerto Rico están regulados desde 1948. Fue la segunda jurisdicción en Estados Unidos en regular los casinos. Aporta cientos de millones a la Universidad de Puerto Rico, al Fondo General, y tiene un beneficio social como consecuencia de una actividad con riesgos, pero que es importante regular. Fue muy satisfactorio dirigir este ente gubernamental en aquellas circunstancias históricas. Había dos verticales de juego establecidas, pero había que mejorarlas con la oportunidad de que Puerto Rico se integrara a la ola de apuestas deportivas que se vive en los Estados Unidos. 

P.- Puerto Rico es una jurisdicción muy especial, como tener un pie en Estados Unidos y otro en Latinoamérica. ¿La labor desarrollada en la Comisión de Juegos ha atraído a muchas empresas a Puerto Rico?

R.- Sí, definitivamente. Cuando yo llego a la Comisión ya había interés de empresas tanto de EEUU como de otras partes del mundo en entrar. Yo creo que aporté mi granito de arena en las exposiciones públicas sobre la particularidad de esta jurisdicción. Por ejemplo, tenemos proveedores de plataforma muy importantes de los Estados Unidos. Otras de fuera, como la española Sportium, y otras de Europa. Esa particularidad de Puerto Rico es un atractivo adicional para muchas empresas. 

P.- En estos momentos, casi 60 millones de hispanohablantes viven en Estados Unidos. Eso es más del 19% de la población total del país. Se estima que para el año 2060 Estados Unidos será el segundo país hispanohablante más numeroso del mundo, solo detrás de México. Por eso es una buena puerta de entrada a un mercado enorme.

R.- Claro. Puerto Rico es un puente entre los Estados Unidos, porque somos territorio de los Estados Unidos, pero somos una población hispana. Una empresa estadounidense puede sentirse cómoda porque va a trabajar con un ordenamiento jurídico familiar para ella. Pero además pueden ver cómo evoluciona su producto en un mercado mayormente hispano. Además, las empresas hispanoamericanas tienen la oportunidad de entrar al mercado estadounidense con la ventaja de ofrecer su producto a una población mayormente hispana. Siempre lo digo: Puerto Rico es una jurisdicción única. Pero no solo en el juego, sino también hay incentivos para procurar que empresas locales y de fuera se desarrollen aquí. 

P.- Ahora trabaja como miembro de Saiber LLC para gaming. ¿En qué consiste su rol?

R.- Es una firma legal y de consultoría de negocios con 75 años de existencia. Sus oficinas centrales están en New Jersey, también tienen oficinas en New York, Pensilvania y estamos gestionando para integrar Puerto Rico entre esos centros. Cubre asuntos de regulación compleja, raíces comerciales, derechos de propiedad comercial, propiedad intelectual, derecho corporativo y también gaming. Yo pertenezco a ese grupo, al de gaming, como member, que es el equivalente a socio. Para mí es ideal porque me permite mantenerme en la industria del juego, ahora desde el sector privado. Queremos potenciar la llegada de empresas del mundo que quieran entrar a los Estados Unidos. La práctica de gaming de Saiber empezó en 1978, cuando se legaliza el juego por primera vez en Atlantic City. Es un sector muy importante para ellos, porque tenemos el grupo de juego pero también otras áreas del derecho para que la asesoría sea completa. 

P.- ¿Cuáles son sus objetivos ahora?

R.- Primero, adaptarme a la cultura y la dinámica de la empresa. Ha sido una transición fácil, gracias al personal de Saiber. Mi rol es estar centrado en la industria de juego, pero también mi formación me permite asesorar en otras áreas, como real estate comercial o asuntos regulatorios. Pero mi enfoque es la industria del juego. Quiero enfocarme mucho en servicios a entidades estadounidenses que necesiten consultoría en mercados de Latinoamérica y viceversa. Y en informar a todo el mundo de que estoy disponible.

P.- ¿Qué oportunidad se abre con la ola regulatoria de Latinoamérica, que ya está avanzando realmente?

R- Perú aprobó la ley el año pasado, y la puerta se abrió el 13 de febrero para que las empresas entraran al mercado regulado. Perú ofrece una gran oportunidad, también para empresas de fuera. Brasil es el gran mercado de Latinoamérica, con un potencial increíble. Colombia lleva ya unos años con una regulación efectiva, que siguen mejorando. Panamá, Chile… Creo que Latinoamérica se está tomando en serio la regulación y eso es muy positivo. Se necesitan certezas jurídicas para entrar a una regulación que no es la tuya. La industria del juego cada vez está más globalizada y, para que se dé esa integración efectiva y el juego evolucione, la base es la regulación. Creo que es muy positivo que Latinoamérica regule porque es un mercado gigante.

P.- Además de la regulación, ¿qué otros requisitos tiene que cumplir una empresa para invertir en Latinoamérica y en Puerto Rico?

R.- Va a variar en función del país. En Puerto Rico, por ejemplo, hay que cumplir además ciertas regulaciones federales. Y en Latinoamérica, cada país tiene sus particularidades México es un país federal, algo parecido ocurre en Argentina. Pero, en general, mi recomendación sería que se atiendan a la par las regulaciones de juego y las laborales, contractuales y otras relacionadas. Porque todo dependerá del tipo de operación que quieras llevar a cabo. Y las normativas varían en función de los países, los estados o las provincias en las que la empresa se quiera instalar. Si vienes a Estados Unidos, en Puerto Rico hay regulaciones distintas a New Jersey, por ejemplo. La entrada a una jurisdicción lleva varias fases. Hay diversas áreas de cumplimiento que se deben tener en cuenta. Igual que la tecnología. 

P.- Efectivamente, la tecnología usada por el juego online es cada vez más sofisticada. Incluso se plantean ya los retos de la Inteligencia Artificial (IA).

R.- Del mismo modo, los estándares también se tienen que tomar en cuenta. Y con la IA, tendremos que evolucionar todas las industrias, porque ciertas líneas de trabajo se van a ver afectadas. La tecnología varía en cada jurisdicción y va a ser distinta, porque es vital en el juego online. 

P.- ¿Cómo puede evolucionar eso en las distintas regulaciones latinoamericanas?

R.- Creo que va a haber una evolución positiva. Tenemos que estar pendientes a la operación interjurisdiccional. Sé que hay mecanismos para procurar que las plataformas online disponibles en una jurisdicción sean las que están debidamente reguladas en ella. Tiene que haber cooperación entre los gobiernos. Y es una forma de combatir el juego ilegal, así como la cooperación entre el sector privado y el público. En Latinoamérica tenemos una oportunidad, creo yo, porque se está regulando en varias jurisdicciones simultáneamente y eso nos provee de una oportunidad para solucionar los problemas de implementación al mismo tiempo, especialmente en el ámbito tecnológico. 

P.- Además de la estabilidad política, ¿qué otras amenazas se ciernen sobre la consolidación del sector regulado en Latinoamérica?

R.- La primera que se me ocurre es la económica, que va de la mano con la inestabilidad política. Lamentablemente, por ejemplo, Argentina está pasando por un momento difícil, económicamente hablando. Y el juego es una alternativa de entretenimiento. Por tanto, es uno de los primeros gastos que se eliminan en condiciones económicas difíciles. Otra amenaza puede ser la tecnología, que incide en el juego ilegal muchas veces. Y la tercera sería el juego responsable. Hay un boom de muchas alternativas de juego y los reguladores y el sector privado tenemos que trabajar en conjunto para educar y orientar al consumidor de forma responsable. 

P.- También el lavado de activos, ¿no?

R.- Sí, por supuesto. Afecta al juego y a otras industrias con mucho manejo de efectivos. Tiene que ser un esfuerzo oficial, del regulador. Éste tiene que velar por que se eviten las actividades que lleven al lavado de activos, pero necesita una regulación sólida. Y también otros apoyos en el plano financiero y bancario, del tesoro y los gobiernos. En el caso de Puerto Rico, del gobierno federal. Tiene que haber un esfuerzo intergubernamental y también de las fuerzas de seguridad. Pero en el sector privado, los operadores tienen que procurar minimizar ese riesgo en su actividad, porque puede afectarle en términos de licencia en otras jurisdicciones. Además, las leyes deben ajustarse a la realidad que se ve en la calle. Hay que hacer leyes efectivas. Y también los tribunales de justicia tienen que impartirla en los casos necesarios.