Latinoamérica impulsa las regulaciones del juego online

3 marzo 2020 2:14 pm GMT | Last updated: 3 marzo 2020 Latinoamérica impulsa las regulaciones del juego online

Los pasos adelante de Brasil y de la ciudad de Buenos Aires dan un nuevo impulso a las aspiraciones de Latinoamérica por avanzar en las regulaciones del juego online, como explica Karen Sierra-Hughes, de GLI en esta entrevista con Gaming Intelligence Español.

Al tiempo que se van expandiendo las jurisdicciones de juego online en los Estados Unidos, la industria vuelve los ojos a Latinoamérica en este 2020. En opinión de la directora de Relaciones Institucionales y Desarrollo de Negocio para Latinoamérica y Caribe de GLI, Karen Sierra, Latinoamérica se ha visto afectada por cambios que han demorado esos procesos.

En cualquier caso, incide Sierra, «no podemos negar que ha habido un proceso de desarrollo mucho más acelerado que unos años atrás, en unos mercados que resultan muy atractivos para los proveedores y la industria europea. Son oportunidades que esperamos que se den».

Analizando una por una cada jurisdicción, la punta de lanza que es Colombia «sigue innovando», afirma Sierra. «La industria se va ampliando en nuevas líneas de negocio y nuevos tipos de negocios que se van autorizando».

Argentina, por su parte, vivió un cambio radical de gobierno a finales del año pasado. Eso supone que se «va a generar demoras, más de lo que quisiéramos», admite la responsable de GLI. Pero, en el caso concreto de la provincia de Buenos Aires, que se quedó en medio de un proceso de licitación, «creo que se entiende que tiene que ser regulado y aceptado, porque está afectando en una población donde existe una oferta de juego alegal o ilegal».

No obstante, se da por hecho que la nueva administración necesita un proceso de aprendizaje, de revisión de las condiciones y desde la industria parece asumirse que habrá que esperar durante un periodo de tiempo antes de que se tomen decisiones.

La ciudad de Buenos Aires, por su parte, ya ha publicado las resoluciones necesarias para que los operadores soliciten sus licencias. «Allí -señala Sierra, unos días antes de que se publicaran dichas resoluciones- hay estabilidad y la decisión política de continuar con la operación de juego online está tomada».

En otros casos, como el de Perú o Chile, las cuestiones políticas se escapan del ámbito de los reguladores. En el caso peruano, «es un tema de legislación, de cambio de ley, de un proyecto de ley que tiene que ser aprobado en asamblea y que no hay manera de cómo hacerlo sin eso. Hace falta que la situación política se vuelva a estabilizar para que pueda volver a empezar la discusión en la asamblea», afirma Sierra.

En Chile, por otro lado, los problemas sociales dejaron problemas en los casinos, que tuvieron que cerrar debido a las protestas durante el final de 2019. «Allí el tema es el cambio de legislación para poder permitir el juego online», añade.

Sierra considera interesante valorar lo que los expertos llaman el online-offline para algunas de las jurisdicciones latinoamericanas donde resulta difícil poner en marcha una legislación completa.

rata de permitir una operación desde cualquier lugar por internet, pero asociada a un casino u operador presencial. «Podría haber posibilidades como esa, para explorarlas en algún momento», explica. «Lo vemos en Panamá, donde el regulador hizo una modificación para permitir la operación offline-online. Es una manera de darle al operador una opción de nuevos recursos, nuevas líneas de juego sin tener que hacer cambios muy significativos desde el punto de vista regulatorio».

Sin duda, una de las ventanas a las que toda la industria está esperando es la de Brasil. Su potencial como gigante del juego para Latinoamérica atrae desde hace años al sector y ahora está en un momento de mayor credibilidad, dado que acaba de publicar para consulta su regulación para el juego online.

«No me gusta hablar de plazos -afirma Sierra-. Brasil es una regulación grande, en tamaño y en la manera en que están tratando de hacer las cosas lo más correctamente posible para que esto sea una ventana para otras líneas de negocio de juego que puedan legalizarse después».

En este país, donde Sierra ya anticipó el cambio que acaba de producirse en la entidad reguladora con la marcha de su responsable, valora especialmente el proceso de transparencia que está llevando a cabo esta jurisdicción con el proceso de consulta antes de emitir la regulación de las apuestas online.

Al tiempo que enfoca sus esfuerzos en Latinoamérica, GLI trabaja de forma incansable con las progresivas regulaciones del juego online en los Estados Unidos. Como explica Sierra, «nuestros estándares han sido adoptados en su totalidad por alguna de las nuevas jurisdicciones o tomados como referencia. Y ya tienen la tradición en el cumplimiento técnico y se apoyan en nosotros en el proceso de certificación y cumplimiento para lograr estos procesos».

En la actividad del juego, el asunto de la responsabilidad social ya es un actor más. Así, desde GLI se señala cómo Colombia o Argentina trabajan para tener en cuenta este factor, de la misma forma que lo están haciendo los operadores mexicanos. «Se está viendo cómo legitimizar todavía más la industria, tratando de reducir ciertos riesgos que son naturales dentro de nuestra actividad», en opinión de Sierra.

Para ello, se están utilizando numerosas herramientas apoyadas en la tecnología, en nuevos procesos y en la toma de conciencia para que «el regulador y la industria se autoevalúe y ver que lo que se ha implementado o establecido, funcione. También estamos trabajando en este tema muy fuerte con la industria y los reguladores», indica la responsable de GLI.

En ese sentido, admite diferencias entre las distintas jurisdicciones latinoamericanas, en función de su desarrollo dentro de la industria. «En jurisdicciones muy desarrolladas desde el punto de vista de la regulación, van de acuerdo a los estándares internacionales y trabajan con operadores internacionales, los operadores tienen otra visión».

Y es ahí, con reguladores fuertes y procesos homologados internacionalmente, donde existe «la necesidad de entender qué está pasando por la psiquis de los jugadores, es un enfoque no sólo de regulación sino también clínico. Y eso está siendo considerado por el regulador. Pasa, por ejemplo, en el caso de Perú, en cuyo proyecto de legislación se menciona el juego responsable, a nivel de legislación. Igual que en Brasil, o Colombia».

Sin embargo, en otras «más pequeñas, como Centroamérica, donde el control es más leve y la presencia de un regulador de juego es casi inexistente, difícilmente el juego responsable va a estar en la cultura de esa empresa».