Brasil: la hora de la verdad

23 octubre 2020 1:08 pm GMT | Last updated: 23 octubre 2020 Brasil: la hora de la verdad

El Gobierno de Brasil acomete una histórica ley de apuestas deportivas que mantiene expectantes a operadores y plataformas ante el gigantesco mercado que se abre y cómo afectará la sentencia del Tribunal Supremo a este proceso.

Brasil afronta el desafío de legalizar el juego, ahora sí, más de siete décadas después de su prohibición federal en los años cuarenta del siglo pasado. El gigante de Latinoamérica se despereza ante la atenta mirada de los operadores y plataformas, que se preparan para entrar en este gran mercado de más de 2,1 billones de dólares de GGR.

En el país del fútbol, las apuestas deportivas crean grandes expectativas entre los operadores y plataformas. La pregunta que se hacen los expertos es si el modelo elegido, por concesión, permitirá exprimir ese gran potencial al limitar el número de licencias. Y cómo se abordarán todas las incógnitas que abre este momento tan crucial. 

El caso de Betmotion

Una de las empresas top de apuestas deportivas en Brasil es Betmotion, que opera en el país desde hace más de diez años. Su responsable de Marketing y Crecimiento en Latinoamérica, Alan Brincat. Él define su marca como “con un 100% de ADN brasileño”, en la que ofrecer la experiencia más localizada posible es su principal activo, con medio centenar de empleados trabajando sobre el terreno.

“Nuestro objetivo es ser uno de los primeros, si no el primer operador en conseguir una licencia en Brasil, una vez que se active el nuevo marco regulatorio”, dice Brincat. 

“Hemos invertido mucho durante años en elaborar un producto sólido que ya cumple con los estándares establecidos por otros reguladores. Creo que será un gran paso adelante, tanto para los operadores como para los clientes, y estamos ansiosos por seguir desbloqueando el enorme potencial del mercado brasileño”, afirma.

Un golpe de timón con la ley de 2018

La aprobación de la ley de loterías y apuestas en Brasil en 2018 dio un golpe de timón a los vaivenes legales sobre cómo abordar el mercado del juego en el país. Finalmente, tras más de siete décadas de prohibición, el Gobierno de Jair Bolsonaro dio el paso al frente y aprobó una ley marco. A partir de ese momento, el Ejecutivo brasileño contaba con cuatro años más para desarrollar la regulación, periodo que finaliza en 2022. 

“Antes de diciembre de 2022 tiene que salir un decreto presidencial, tras tres borradores de consulta pública, con la regulación concreta de la ley de apuestas”, explica el abogado brasileño experto en Juego, Neil Montgomery, fundador y socio de Montgomery&Asociados. 

Antes de la pandemia, en marzo, se presentó el borrador más reciente. Contenía un cambio importante: las licencias se limitaban a unas 30 -aún no hay un número oficial- y se emitirían por concesión administrativa, no por autorización. El método de la concesión da más facilidades al Estado para perseguir a los operadores que incumplan la ley, apunta Montgomery. Además, la concesión permite al Estado conseguir un valor inicial de pago por la licencia. De ahí el cambio de criterio.

“Para mí, el modelo de autorización es el mejor, porque Brasil es un país gigantesco y creo que el Gobierno debería conceder el número máximo de licencias para que todos los todos los operadores que hoy están en el mercado gris puedan regularizarse”, afirma. Limitar las licencias, opina Montgomery, deja al Estado el papel de dictar “exactamente” cuántos operadores tienen que seguir en el mercado. “Creo que ése no es el papel del Estado, sino del propio mercado”, incide este experto. 

El efecto inmediato de limitar las licencias será la falta de seguridad jurídica, opina. Porque habrá “un número muy grande de operadores que no obtengan su licencia y continúen operando en el mercado negro o gris sin pagar impuestos, como hacen ahora”. El Gobierno, por su parte, insiste en que perseguirá la ilegalidad. 

Una etapa irreversible

Y no es algo baladí, dado el mercado gris en Brasil, según datos de la Remote Gambling Association procedentes de un estudio de KPMG, estaba estimado en 2017 en 2,1 billones de dólares de GGR.

En opinión de Brincat, “aunque ha habido algunos vaivenes en el pasado, el proceso ha llegado a una etapa irreversible. Creo que Brasil optará por un sistema muy inclusivo y abierto en el futuro, permitiendo la participación de tantos operadores como sea posible. Realmente no tengo una preferencia como tal, pero me siento cómodo con que Betmotion esté bien preparada y equipada para cualquier escenario”.

En el caso de CampoBet, del grupo Soft2Bet, su CEO, Boris Chaikin, cree que “el camino a la regulación emprendido por Brasil parece ofrecer un futuro brillante a las apuestas deportivas. La legalización hace que las apuestas sean más fáciles, seguras y agradables. Por no hablar de los innumerables beneficios económicos”.

El precio de una licencia

Mientras en los despachos legales se perfila el modelo de licencia, en los económicos se evalúa su precio. El Ministerio de Economía incluyó las apuestas deportivas en junio en el Plan de Privatización de Inversiones (PPI) y ahora el Banco Nacional de Desarrollo Económico (BNDES) está evaluando el mercado para definir el precio de una licencia en Brasil. Y se espera que, a finales de este año o principios del próximo, se publique el decreto presidencial que autorice definitivamente el juego en Brasil.  

“Ha habido mucha discusión este año sobre la legalización del juego, sobre todo por la pandemia. Uno de los grandes problemas es la bancada evángelica. Brasil es el país católico más grande del mundo. El poder de la iglesia católica es muy importante y también de la evangélica y los dos tienen muchos representantes en el Congreso. Ha sido siempre un tabú. Otro ha sido el crimen organizado y el lavado de dinero. Han sido dos barreras muy fuertes para frenar la legalización de juego de manera general”, explica Montgomery.

En lo que afecta a las apuestas, la ley refleja únicamente las relativas a eventos reales, pero no sobre los juegos electrónicos o eSports, en los que Brasil también es una potencia mundial. “Una buena alteración en la ley quizás podría incluir eventos virtuales y otros no deportivos también. Por ejemplo, las apuestas sobre el Big Brother Brasil… se discuten mucho otras posibilidades fuera del fútbol, que es el más tradicional, para otros tipos de apuestas”, añade el experto. 

Los tipos impositivos

Otra decisión relevante reside en los tipos impositivos. La ley de 2018 adopta una tributación muy alta, explica este experto, en función del volumen de negocio (turnover) y no del margen bruto de juego (GGR, por sus siglas en inglés).

“Ésta es una de las mayores críticas, porque de esta forma no sale muy rentable para los operadores. Es del 3% para el online y el 6% para el offline, además de todos los demás impuestos que toda empresa tiene que pagar en Brasil. Es una fiscalidad muy alta”, se queja Montgomery. Sin embargo, para cambiar ese modelo, el Gobierno de Bolsonaro necesitará el apoyo del Congreso, porque sólo una ley federal puede modificar otra del mismo rango. 

Sin embargo, en todo este proceso se ha colado como un actor principal el Tribunal Supremo brasileño, que ha dictaminado, sobre un antiguo proceso judicial, que la Unión no no tiene el monopolio de la exploración de loterías, aunque sí la competencia para legislar en la materia. Y se ha abierto la caja de Pandora sobre cómo eso va a afectar al proceso ya iniciado de regulación de las apuestas deportivas de cuota fija.

Constituir las filiales en el país

Mientras los procesos siguen avanzando y termina de perfilarse la regulación brasileña, Montgomery recomienda a los operadores y plataformas que constituyan sus filiales en el país, que será condición imprescindible para poder obtener una licencia estatal de juego. 

Así, las compañías tendrán que brindar acceso inmediato a sus servidores a las autoridades si así se lo exigen, aunque sus servidores no estén en el país. Y tener residencia fiscal en Brasil para abonar los impuestos. 

Y si hay una plataforma que conoce Brasil como la palma de su mano es Salsa Technology. De origen brasileño y portugués, Salsa ya tiene constituida su sede en el país y considera que el paso con que avanza la legislación del juego es firme y serio. “La regulación de esta ley es algo irreversible. Va a pasar, sí o sí”, afirma su CEO, Peter Nolte, en entrevista con GIQ.

También ellos quieren estar entre los primeros certificados para entrar en el mercado en cuanto sea posible. En apuestas deportivas, Salsa ha integrado ya las plataformas de Sportradar y Altenar. También está en tratos con BetGenius y otras. 

Salsa Technology, modelo a seguir

“El acuerdo con la plataforma puede hacerse directamente con nosotros o con el proveedor de la plataforma; nosotros integramos ese contenido a cambio de una pequeña comisión por uso de la plataforma. Igual que con el contenido de casino”, explica Nolte.

Este asunto, una vez que entre en vigor el mercado regulado en Brasil, será clave. Y lo más importante, además de la calidad, la certificación y el contenido, es que la plataforma se adapte al online, pero también al retail, ya que el sistema brasileño de apuestas será mixto.

Para Nolte, lo importante, además de las herramientas, las funcionalidades o la tecnología, es la localización del producto. Su adaptación a cada mercado concreto.

“Nuestro foco es siempre crear la mejor experiencia de usuario. Por eso, todas las herramientas tienen una función de localización. Así, tenemos la plataforma mejor para cada país de Latinoamérica”, dice. Pero eso no sería nada sin sistemas de pago adecuados, específicos en este caso para Brasil. 

No obstante, para Nolte, lo más difícil es operar. Brasil lo pondrá a prueba. “Ésa es la parte difícil. Y muchas veces, el operador tiene contenido, la mejor plataforma, buenos métodos de pago, pero necesita formarse para utilizar toda esa tecnología para conseguir tráfico. No sirve para nada un sitio excelente si no hay tráfico”, afirma. 

El caso de CampoBet

Por parte de CampoBet, Chaikin añade que su marca “está entre las más exitosas en Brasil y tiene un atractivo impresionante para los jugadores. Los jugadores que usan CampoBet, por ejemplo, pueden ver transmisiones en vivo de sus partidos favoritos a través de la web y apostar en vivo en una amplia gama de mercados. La marca es clave para nuestros planes de expansión en un continente obsesionado con el deporte, como América Latina”.

Usar su propia plataforma fue un reto. “Una investigación minuciosa nos permitió comprender mejor las preferencias y hábitos de apuestas únicos de los jugadores del continente. Sabíamos que se podían superar problemas locales conocidos, como las velocidades de conexión a Internet de baja calidad. A pesar de las dificultades para entrar en América Latina, el potencial desaprovechado y la enorme población de la región hacen que al final valga la pena”, insiste Chaikin.

Y es que, al final, Brasil no es más que el reflejo de cómo están cambiando las cosas en toda América Latina, especialmente a raíz de la pandemia, para que los países se conviertan en mercados regulados para apuestas deportivas y juego en general. “Creo que, en esta ocasión, todos los factores económicos están presentes para que sea finalmente posible que se regule el juego en Latinoamérica. Veo que en el Congreso de Brasil hay más voluntad política para legalizar el juego. En ninguna otra época hubo tanto a favor para que arranque el juego legal en Brasil”, concluye Montgomery.