Un senador brasileño vuelve a proponer legalizar el juego

El relator de la reforma del Impuesto sobre la Renta del Senado brasileño, el senador Angelo Coronel (PSD-BA), está a favor de volver a la legalización de los casinos en Brasil, como una forma de aumentar la recaudación federal para los programas de distribución de ingresos en el país.

La propuesta del senador, adelantada por el Diario do Porto, es más amplia y prevé la legalización de otras modalidades, como el logo do bicho, el bingo y las tragamonedas. En la Cámara de Diputados, una comisión formada por el presidente Arthur Lira tiene hasta fines de noviembre para presentar un informe sobre el tema. 

Casinos en complejos turísticos

La tendencia es aprobar la legalización de casinos en complejos turísticos integrados, en los que estos establecimientos forman parte de complejos con hoteles, tiendas, teatros y centros de convenciones.

Según el senador, legalizar lo que actualmente se practica ilegalmente en el país tendría el potencial de generar ingresos tributarios de hasta R $ 50.000 millones por año. Para él, ésta también sería una forma de compensar los recortes en las tasas impositivas para las empresas, en la reforma tributaria que se analiza en el Congreso.

La legalización del juego y los casinos enfrenta la resistencia de los congresistas conservadores, especialmente los evangélicos. Uno de los principales argumentos en contra es que estos emprendimientos podrían servir a delitos como el blanqueo de capitales. 

Experiencias internacionales

Pero los proyectos que contemplan la legalidad se basan en experiencias internacionales, como las de Estados Unidos, donde las apuestas son rastreadas automáticamente por el Servicio de Impuestos Internos.

Recientemente, el presidente Jair Bolsonaro incluso declaró que vetará si el Congreso aprueba el regreso de la legalización de los casinos o la legalidad de otro tipo de juegos. Pero entre los congresistas existe la expectativa de que se pueda anular el veto presidencial.

Los congresistas trabajan con datos que indican que la legalización daría derechos laborales a 450.000 trabajadores informales en los juegos que ya se juegan en el país, además de generar 200.000 nuevos puestos de trabajo.

La legalización tendría impactos directos en los sectores económicos vinculados al turismo, como la construcción civil, la producción de muebles, la decoración, la logística, la formación profesional, la hotelería, la gastronomía, la cultura, la seguridad, la comunicación, el transporte y el entretenimiento.