La nueva Estrategia Nacional sobre Adicciones 2017-2024 en España establece la adicción al juego como una de sus cuatro áreas básicas por adicción sin sustancia. Pide revisar la publicidad del juego, que considera «agresiva» y mayor control del acceso de menores. El porcentaje de jugadores patológicos en España es del 0,3%.
Entre las adicciones sin sustancia, la Estrategia Nacional hace especial énfasis en los juegos de apuesta presencial y online y los incluye dentro del grupo de problemas del comportamiento, junto con los videojuegos y otras adicciones a través de las nuevas tecnologías. En este sentido, la Estrategia llama la atención de la necesidad por enfocar más hacia la prevención de conductas adictivas a edades tempranas y apostar por «canales de comunicación e información innovadores, oportunos y específicos» para reducir su efecto en cuanto se detecten los problemas.
Además, pide una revisión de la normativa de la accesibilidad y publicidad del juego, las apuestas deportivas y el juego online para proteger a los menores, normativa que está justo en este momento en tramitación en la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ).
Según este informe, basado en datos de la DGOJ de 2017, en España un 76% de la población mayor de 18 años participó en juegos de azar en el último año y hay apenas un 0,3% de jugadores patológicos; un 0,6% de jugadores con problemas y un 2,6% de jugadores con algún riesgo.
Casi tres cuartas partes de los jugadores patológicos son varones y están en un rango de edad entre 25-34 años y entre 55-64 años, trabajadores con ingresos entre 600-1.500€, que juegan individualmente. Según el informe, casi la mitad de los jugadores patológicos tienen también problemas psicológicos.
Aunque el informe revela el juego presencial como el punto de inicio para los jugadores, aprecia además un aumento del juego online. Según la DGOJ (últimos datos de 2015), en España había en ese año 985.000 jugadores activos, casi un 20% más que en 2014, lo que hace prever que en 2017 haya aumentado la cifra teniendo en cuenta el desarrollo del sector desde entonces.
Los juegos más demandados son las apuestas deportivas de contrapartida, aunque también aumentaron las apuestas en general, el bingo y el casino. El 83% de los jugadores online españoles son hombres, aunque en 2015 se registró un aumento del 53% de mujeres jugadoras con respecto al año anterior.
El perfil del jugador más representativo por volumen de participación en apuestas, casino y póquer en España sigue siendo un hombre de entre 26 y 35 años, mientras que en el bingo es una mujer de 36 a 45 años. Los hombres juegan en promedio un 34% más que las mujeres (8.992€ los hombres y 6.734€ las mujeres) y gastan más del doble que ellas (322€ los hombres y 146€ las mujeres). La participación por jugador es creciente con la edad. Los jugadores entre 36 y 45 años son los que más gastan (500€) y los que menos los de 18 a 25 años (99€).
Respecto a las actuaciones desarrolladas para proteger a los colectivos vulnerables en el juego, tanto a personas con problemas de adicción como a los menores de edad, basadas en la legislación de 2011, la autorregulación y los controles de acceso al juego, la Estrategia Nacional considera importante «adaptar la regulación para conciliar los objetivos e intereses del mercado de juego en España con la protección de la salud pública, los menores y la prevención de conductas adictivas y actividades fraudulentas».
El informe muestra la «preocupación creciente» por «el papel de las nuevas tecnologías como facilitadoras y potenciadas del acceso a conductas adictivas, especialmente de los juegos de apuestas y online entre adolescentes, mediado por una publicidad agresiva».
No obstante, la Estrategia Nacional sobre Adicciones reconoce los «grandes esfuerzos» de reguladores y administraciones «para minimizar el acceso de los menores a los juegos de azar». Pero al tiempo llama la atención sobre cómo «la amplia oferta de video juegos, la publicidad intensa en medios y espacios deportivos y las estrategias de marketing agresivas de las apuestas deportivas y juegos online y de apuesta destinadas a los más jóvenes han contribuido a un aumento en el número de personas con problemas de adicción al juego y a un cambio de perfiles de los jugadores, especialmente online».
El estudio detalla que estos jugadores son más jóvenes, tienen un mayor nivel de estudios y también indica que hay un mayor número de mujeres jóvenes con problemas de juegos de apuesta a través de internet. Por este motivo, la Estrategia hasta 2024 incide en analizar socialmente cómo afectan las nuevas formas de adicción a hombres y mujeres y las diferencias en las formas y usos de los juegos.
También considera importante implicar a la ciudadanía al abordar el fenómeno del juego problemático, «concretando objetivos, acciones y agentes implicados en cada ámbito y nivel territorial para que la sociedad en su conjunto sea parte activa en su solución».