GLI lleva a sus clientes Latam a la conquista de EEUU y Europa

EXCLUSIVA.- Si hay algo cierto es que el juego online ha roto la barrera que imponen las fronteras. Ahora numerosos operadores latinoamericanos se lanzan a explorar sus oportunidades en Europa y Estados Unidos y muchos van de la mano del laboratorio de certificación GLI, como explica a GI Español su responsable en Latam y Caribe, Karen Sierra-Hughes.

«Con el juego online, el tema de países y fronteras ha quedado totalmente abierto», afirma la responsable de Latam y Caribe de GLI, Karen Sierra-Hughes. Tras lograr el hito de la certificación del estándar para apuestas deportivas GLI-33 que se está aplicando en Estados Unidos, uno de los objetivos centrales de la compañía es ahora «apoyar a nuestros clientes a que vayan donde desean llevar su producto». 

Y asegura que muchos de ellos con importante presencia en Latinoamérica «se están interesando por entrar a los Estados Unidos y Europa. Y el apoyo que podemos darles es muy importante para poder entender los mercados y los procesos que tienen que cumplir», afirma Sierra-Hughes. 

En este sentido, el trabajo principal del laboratorio no se centra solo en lograr la certificación para operar, sino que tiene una visión más amplia y pasa por acompañar al operador en su tránsito hasta la introducción en el mercado, resolviendo sus dudas en todos los aspectos legales, técnicos y de cumplimiento. 

En cuanto al GLI-33, se ha llevado a cabo tras un arduo trabajo de un año en el que este laboratorio se ha centrado en proporcionar al estándar «tanto nuestra experiencia como la referencia de las regulaciones más importantes de Europa, Asia, Australia, Latinoamérica». «Además, recogimos los comentarios de la industria, proveedores, operadores y reguladores. Y finalmente salió la norma, que ya está siendo adoptada por distintas jurisdicciones en Estados Unidos y en Latinoamérica», añade Karen.

El contacto de GLI con los reguladores es constante para contribuir en la labor de su formación. Ese trabajo tiene la finalidad de que el regulador de cada país comprenda qué ocurre en la industria, qué otras legislaciones existen y cómo funcionan en otros lugares para poder tomar el modelo en caso necesario. «Día a día, mantenemos este tipo de conversaciones con todos nuestros clientes de la región», afirma la responsable de GLI.

Precisamente es la diversidad de la regulación latinoamericana lo que hace más necesaria la labor de laboratorios como éste. Si Panamá, Chile o Perú tienen una regulación madura en el ámbito presencial, hay otros que aún mantienen un intenso debate sobre cómo debe tratarse a la industria del juego. En cuanto al online, «es otra cosa, porque ahí hace falta regulación para formar una industria con procesos que le den transparencia y seguridad a proveedores y operadores», añade Sierra-Hughes.  

En juego online, sin duda Colombia lidera la regulación. El reto para GLI es que, en eventos como la reciente Cumbre Latinoamericana de Reguladores, «cada uno saque lo mejor de la experiencia de los demás y de la información que compartimos». 

«Gracias a nuestro trabajo con reguladores, proveedores y operadores, nuestro espectro de trabajo es muy amplio y gratificante, porque tenemos la posibilidad de ver todos los puntos de vista. Y las conversaciones que podemos tener con nuestros clientes también son muy ricas. Esto le da mucho valor a la relación profesional con nuestros clientes», concluye la responsable de GLI.