La Junta de Accionistas de Codere, la única empresa de juego cotizada en España, ha rechazado emprender una acción social de responsabilidad contra el presidente de su consejo de administración, Norman Sorensen, cuya votación fue incluida en el orden del día a petición de los Martínez Sampedro, familia fundadora del grupo. Para su rechazo ha bastado con una «mayoría suficiente”.
Los Martínez Sampedro, poseedores de alrededor del 18 por ciento de la sociedad, impulsaron esta medida acusando a Sorensen de gestionar la compañía “sin neutralidad y siempre en beneficio de un accionista y en perjuicio de todos los demás». A su juicio, el presidente del consejo actúa en favor del fondo Silver Point, primer accionista de Codere, pese a su condición de consejero independiente. «El señor Sorensen ha impedido que se trate en los consejos de Codere la estrategia de la compañía, su posicionamiento competitivo, y la contribución tangible a la creación o destrucción de valor para los accionistas. El análisis del rendimiento del director general y de su equipo gestor ha corrido la misma suerte», afirmaban en un comunicado.
La junta de Codere ha aprobado todos los puntos propuestos por el consejo, incluidas las cuentas del pasado ejercicio, la gestión del consejo, la reelección de EY como auditor o la elección de dos nuevos consejeros: Alberto Manzanares y Fernando Sempere, ambos como dominicales. Estos sustituyen en el órgano de gobierno a José Antonio y Luis Javier Martínez Sampedro, que en enero de 2018 también fueron apartados de sus funciones ejecutivas.
Pese a la negativa del consejo a aceptar la acción de responsabilidad, los Martínez Sampedro llevarán la gestión de Sorensen a la justicia, según confirman desde su entorno.
Estos han denunciado ante la CNMV al primer accionista de Codere, Silver Point, acusándole de ejercer el control efectivo del consejo y de la gestión de la sociedad con apenas el 23 por ciento de las acciones, gracias un pacto de concentración con los fondos Abrams y Contrarian, quienes suman más del 18 por ciento de los títulos de la compañía.