Lucas Lebleu no para. Acaba de presentar oficialmente su propia compañía, Blue Bull, una empresa de servicio integral a plataformas de gaming, que apuesta por la IA como una herramienta básica. Pero este toro azul no es una empresa más de marketing digital enfocado en Latinoamérica. Además tiene un propósito. Lucas Lebleu emprende con visión, experiencia y alma. Blue Bull apoya la lucha contra el cáncer infantil, porque es la historia de vida de su propio CEO. No se olvida de los que sufren lo que él sufrió, y nos cuenta su proyecto en esta entrevista con Gaming Intelligence Español.

P.- ¿Cuándo surgió la idea de hacer este proyecto? 

R.- Pues es gracioso, yo digo que es como una epifanía. Me desperté en medio de una noche pensando qué iba a hacer con mi vida, para dónde iba, y me surgió la idea en base a necesidades de mis clientes. Me pedían asesorías, consultorías, qué podían hacer con sus sitios web, porque saben de mi pasado de 28 años de experiencia como operador también, en América Latina sobre todo, y no podía ayudarles. Porque, obviamente, entraba en un conflicto con la empresa donde trabajaba, y tampoco podía cobrarles.

P.- Y nació el toro azul.

R.- En aquella situación, una ssesoría de gratis tampoco es asesoría. Me levanté en medio de la noche y recordé una frase de una persona que quiero mucho en el sector, que siempre me ha dicho que mi apellido, Lebleu, debería ser una marca, porque significa el azul en francés. Y me desperté y digo, soy Tauro: la marca va a ser el toro azul.

P.- Y te pusiste a trabajar.

R.- Me levanté a las 6 de la mañana, me puse con ChatGPT, que no lo hubiera podido hacer hace un año o dos. A ChatGPT le di una descripción bastante buena de lo que yo quería… La primera vez no dio algo muy correcto, pero la segunda, a la tercera, fuimos puliendo, puliendo, puliendo y todo lo que ves está hecho con inteligencia artificial. Bueno, y también conmigo.

P.- Tú dices abiertamente que trabajas con IA.

R.- Claro, le das las ideas, las pules, las vuelves a pulir… Y ademas haces las cosas más rápido. Cosas que antes te hubieran podido tomar sentarte con un diseñador, con todo el respeto por los diseñadores, que hay diseñadores re buenos en este sector.

P.- ¿Y qué puede esperar el sector de BlueBull? 

R.- Una marca muy potente, que refleja básicamente lo que es la identidad de marca. No es nada masculino. Hablando con la reclutadora, Sara, me dice: “Lucas, es gracioso, porque al principio pensé que iba a ser una marca muy macho”. Pero no me considero para nada machista. Al contrario, me considero una persona muy razonable, lógica y sensible con respecto a las necesidades de todos los que están a mi alrededor. Y, cuando he contratado, contrato sin mirar realmente el género, sino la experiencia, lo que me transmite la persona durante la entrevista. Sin temor a equivocarme, creo que de 10 empleados que somos, si me cuento a mí mismo, solo 3 somos hombres. 

P.- Será una empresa de marketing ¿y qué más? 

R.- Básicamente, yo que trabajo con tantas plataformas, las plataformas mismas utilizan la palabra de managed services, servicios gestionados, pero lo hacen a nivel de plataforma para sus clientes. Yo voy a robarles una palabra que utilizan mucho, que es agnostic. Ellos dicen, yo soy sportsbook agnostic, soy casino agnostic, soy aggregator agnostic, o yo soy platform agnostic. A mí me da igual la plataforma que el cliente use. Si utilizo una plataforma suficientemente buena, se la puedo gestionar con mi equipo seguramente. Si no la hemos utilizado antes, nos tomará cuestión de un par de días y un entrenamiento con la plataforma poder gestionarle desde cero, o sea, desde la A a Z. Ya sea adquisición, retención, lo que ellos quieran. Pero me han pasado casos también, entre los clientes potenciales que tuve al principio, tuve que rechazar a dos porque su plataforma no tiene lo que se necesita para poder desarrollarse y crecer. Y se lo digo honestamente, no le voy a robar el dinero al cliente.

P.- Transparencia.

R.- Aquí, ante todo, es la transparencia de cómo vamos a operar y de cómo vamos a hacer las cosas. Todo va a ser muy claro, el cliente va a tener en todo momento la potestad de decidir qué camino llevar; le propondremos ideas y estrategias y el cliente tendrá la última palabra de qué herramienta toma, qué camino toma, qué presupuesto gasta, e iremos creciendo juntos. 

P.- Estáis enfocados en Latinoamérica porque también es, digamos, tu zona de expertise, de confort, donde más has trabajado.

R.- Digamos que sí, pero es más que todo porque, sin querer faltar el respeto a ninguna regulación y a ningún país, las regulaciones últimamente se han vuelto un poco locas y van restringiendo más y más lo que puedes hacer a nivel de publicidad, a nivel de horarios, a nivel de qué puedes usar, qué no puedes utilizar. Es muy difícil competir en mercados regulados en donde realmente la persona que está trabajando en el mercado negro tiene todas las herramientas y el que está pagando licencia no tiene ninguna. En cambio, en América Latina, por dicha, todavía hay regulaciones en las cuales se puede trabajar, como la regulación colombiana o la mexicana. La regulación brasileña, por desgracia, se ha vuelto también un poco volátil y han terminado restringiendo muchas cosas, pero hay otros países en América Latina donde todavía se pueden hacer muchísimas cosas y crecer. Y donde, al final, hay una falta de experiencia y de conocimiento cultural. Para mí era un paso natural y desde el momento en que tengo un equipo de habla hispana, pues exceptuando el caso de Brasil, puedo trabajar en cualquier país de América Latina con mi equipo fácilmente. 

P.- Hace tiempo que te imaginábamos en tu propia empresa.

R.- Bueno, mi relación con Alea sigue siendo buena. Yo sigo siendo Strategic Partner. Sigo cerrando acuerdos para ellos, trayendo clientes nuevos; los respeto muchísimo, me respetan muchísimo. Lo único es que llegó un punto donde me planteé: bueno, ya tengo una cierta edad, tengo muchos años, mucho bagaje, o me atrevo ahora o no me atreveré nunca. 

P.- Hay algo muy especial en esta iniciativa tuya. Y es que has firmado un convenio con una asociación por el cáncer infantil. Es algo muy emotivo y sirve para ayudar a la sociedad, porque tú mismo has pasado por esa experiencia.

R.- Sí, creo que aquí podemos usar la palabra catarsis. Me cuesta muchísimo hablar del tema (se emociona). Es algo de lo que siempre he querido formar parte, pero ha sido muy difícil. Yo tuve 99% de probabilidad de morir y, cuando has pasado por eso, quieres contribuir y muchas veces no sabes cómo. Porque, aparte, cuando ves a los niños sufriendo como tú sufriste, te recuerda lo que has pasado. Y es muy difícil. Y muy duro. Pero es algo que quiero hacer. 

P.- ¿Con qué entidad va a colaborar BlueBull?

R.- Venía buscando una asociación con la que colaborar y lo hemos hecho con la Asociación Olivares de Málaga. Creo que hacen muchas actividades al mes y también una parte muy importante es que le dan apoyo a las familias. Yo creo que a mí me tocó sufrirlo como niño, pero claro, los padres se sienten culpables cuando realmente no tienen la culpa. También forma parte del proceso decirles que ellos no tienen la culpa, y tener una buena actitud mental. Quiero desearles mucha suerte a esos niños.