La Región de Murcia perdió 2.799 máquinas recreativas y de azar entre 2007 y 2018, según anunció en la Asamblea Regional el consejero de Hacienda, Fernando de la Cierva. En la actualidad hay vigentes 7.071 autorizaciones, frente a las 9.870 de hace once años, y no se otorgan nuevos permisos.
Al ser consultado sobre la planificación de la Comunidad en materia de juego, de la Cierva señaló que la Región no tiene un decreto específico para regular en conjunto esta materia. Solo La Rioja lo hace así.
Sin embargo, al igual que en la mayoría de las regiones, la regulación está garantizada mediante reglamentos específicos, que detallan distintos aspectos, como los requisitos para solicitar licencias de casinos, bingos y explotación de máquinas recreativas y de azar, la limitación por distancias de los establecimientos, el número de máquinas a explotar y las especificaciones de las condiciones objetivas de las autorizaciones, entre otros aspectos.
El portavoz del partido político Podemos, Óscar Urralburu, acusó al Gobierno regional de carecer de regulación en dicha materia. Aseguró que desde 2013 hasta finales de 2018 no hay informes oficiales sobre la situación y la evolución del juego y las apuestas en la Región de Murcia. También denunció que no existen documentos que avalen la apertura de nuevos casinos y locales. “Alguien está dando autorizaciones de juego de forma ilegal”, afirmó.
De la Cierva negó las acusaciones y defendió la labor de los funcionarios de la Hacienda regional. Invitó a Urralburu a comparecer ante la justicia si entiende que hay irregularidades. El consejero insistió en que la norma en Murcia “es de las más restrictivas de España” y que hay un control continuo sobre esta materia por parte de la Comunidad Autónoma, con la revisión de la normativa e inspecciones sobre el terreno. En el último año se hicieron 2.600.
También anunció la inminente aprobación del régimen de distancias para los establecimientos, ampliando a mil metros la que debe haber entre salones de juego y fijando, por primera vez, un mínimo de 500 metros desde los locales de juego a los colegios, institutos y otros centros docentes que impartan enseñanza a menores de edad. No obstante, la Comunidad no puede revocar licencias anteriores, por lo que seguirá habiendo bares con máquinas cerca de colegios mientras sus dueños no renuncien a su explotación.
Urralburu insistió en sus acusaciones a la Comunidad de favorecer a las grandes compañías del juego con su “falta de planificación” y mencionó que en la Región hay 600 nuevos adictos en el último año.
