El ministro de Consumo de España, con competencias en juego, Alberto Garzón, ha defendido que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) son “buenos” para los consumidores y para el país. Y son “los que necesita España en este momento”, añadió.
Así lo aseguró durante su intervención en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de la partida destinada en los PGE a su Ministerio. Entre sus líneas de actuación, está el desarrollo de políticas públicas en materia de juegos de azar «seguros» y consumo «responsable y saludable».
Garzón puntualizó que se trata de unos presupuestos “expansivos” en términos económicos, que contribuyen a “desplegar” el escudo social auspiciado por el Ejecutivo central. Y señaló que también “permiten abrir la vía de la “erradicación” de algunas de las “penurias más estructuralmente insertas en nuestra sociedad”.
Regulación estricta del juego
Sobre el juego, puntualizó que su Ministerio ha “cumplimentado” ya una parte del acuerdo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. En concreto, se refirió a la prohibición “bastante amplia” y a través de una “regulación muy estricta” la publicidad del juego.
No obstante, reconoció que hay jugadores que pueden desarrollar “determinadas patologías”. Su gabinete prevé “mitigar” esto impulsando patrones de conducta de “juego seguro”. Y recordando “la realidad matemática que hay detrás” de esta actividad.
En este sentido, llevará a cabo campañas de sensibilización para informar “de manera clara” sobre los riesgos asociados a una actividad que genera una “gran alarma social”.
Reorientación de la tasa de juego
A su juicio, esta realidad “exige” una respuesta que, aseveró, “honestamente, el Ministerio está acertando a dar después de mucho tiempo sin que hubiera una regulación”.
Y que se ve acompañada en los Presupuestos de una “reorientación” de la tasa de juego con el fin de que el 25% de lo recaudado se pueda destinar a información, sensibilización, intervención, control y “reparación” de sus posibles efectos nocivos.
Además, recalcó que la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) precisa de una dotación presupuestaria “suciente” para mantener operativos los servicios básicos que permitan “monitorizar y controlar” la actividad de los operadores de juego. Además de luchar contra el fraude y el amaño de partidos y eventos deportivos, en colaboración con Policía Nacional y Guardia Civil.
