Brasil contará con una ley del juego a finales de 2022, pese al veto que probablemente lleve a cabo el presidente Jair Bolsonaro. Esta es la tajante afirmación del expresidente del Senado, Davi Alcolumbre, ponente del PL 442/91 en la Cámara Alta.
El veto presidencial es esperable como señal de Bolsonaro hacia los evangélicos, pero eso no impedirá que el proyecto de ley salga igualmente adelante.
Según se desprende de las palabras del propio Alcolumbre en la prensa brasileña, todo lo necesario para esta aprobación está ya acordado para que sea una realidad tras las elecciones. Hay que recordar que el plan del sector del juego en Brasil pasaba por aprobar la ley en el Senado antes del mes de diciembre, momento en que se producirá un receso en las actividades del Parlamento.
En cuanto al veto del presidente Bolsonaro, esta decisión estaría relacionado con evitar conflictos con los evangélicos en fechas tan cercanas los comicios. Pese a esto, el Congreso puede anular ese veto para seguir adelante con esta ley.
