El Senado de Brasil ha aplazado la votación del proyecto de ley que autoriza los casinos y bingos, legaliza el juego y permite apostar en carreras de caballos. 

La propuesta fue retirada a petición del relator, Irajá (PSD-TO), después de un amplio debate entre los senadores. Según el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, con esta decisión la propuesta será votada el próximo año.

Por un lado, hubo una petición urgente de votar, pero no se materializó. Por otra parte, se solicitó información a ministerios y también se solicitó el envío del proyecto de ley 2.234/2022 a tres comités. 

Al retirarlo de la agenda, Pacheco informó de que el proyecto quedará a la espera de respuestas del Ministerio de Salud y del Ministerio de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha Contra el Hambre, que se entregarán en un plazo de 30 días.

Presentada por el senador Flávio Arns (PSB-PR), la solicitud solicita “datos de proyección sobre los efectos específicos de la propuesta en los servicios de psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales de la red pública para el tratamiento de problemas de adicción al juego”. 

Al no ser aprobada la solicitud urgente, las modificaciones presentadas deberán ser analizadas por la Comisión de Constitución y Justicia (CCJ) bajo la gestión de la próxima Mesa Directiva y la nueva presidencia del colegiado.

El dilema de Brasil

Por tanto, se eliminó del orden del día. Corresponderá a la próxima Junta Directiva definir los avances de este proyecto, señaló Pacheco. Antes de la petición de eliminar este asunto de la agenda, el senador Irajá señaló que algunos de esos juegos ya funcionan en Brasil, pero están ocultos. 

Según indicó, “estamos viviendo un gran dilema en Brasil. Hay quienes defienden el mantenimiento del juego controlado y dominado por el crimen organizado en el país. Y otros como yo, que defendemos el juego responsable en el país, controlado por autoridades públicas, que es supervisado y que también puede recaudar impuestos y castigar a quienes cometen delitos”.

La mayoría de los senadores que intervinieron pidieron que se amplíe el debate, con la distribución del proyecto a las comisiones de Asuntos Sociales (CAS), Asuntos Económicos (CAE) y Seguridad Pública (CSP). Algunos parlamentarios contrarios al texto afirman que el proyecto podría fomentar la ludopatía (adicción a los juegos) y delitos como el blanqueo de dinero.

“Tuvimos una señal de las apuestas, que aprobamos aquí hace exactamente un año, y cometimos un error, y el error está ahí: vidas destrozadas. Y no podemos dar un nuevo paso, cometer un nuevo error, que podría causar más problemas que soluciones”, afirmó Eduardo Girão (Novo-CE).

Algunos incluso pidieron que se archivase la propuesta, como Esperidião Amin (PP-SC) y Eliziane Gama (PSD-MA). “Creo que la mejor manera de avanzar, al no aprobar la solicitud de urgencia, es archivar el proyecto”, defendió Eliziane.

Para Esperidião Amin, el proyecto está en el “limbo” desde hace años y podría volver a la agenda en cualquier momento. “El (proyecto) no resucitó, nunca murió: estaba en el purgatorio, estaba en el limbo, esperando una oportunidad. Siete pies no son suficientes. Tiene que desaparecer”, dijo.

Presentado en 1991 por el entonces diputado federal Renato Vianna, el proyecto fue aprobado por la Cámara más de 30 años después, en 2022. Enviado al Senado, el proyecto fue aprobado por la Comisión de Constitución y Justicia (CCJ) en junio de 2024 con una puntuación ajustada: 14 votos contra 12.

¿Qué dice el proyecto?

Casinos: Entre otros puntos, el proyecto autoriza la instalación de casinos en centros turísticos o complejos integrados de ocio, como resorts y hoteles de alta gama. También podrán instalarse casinos en embarcaciones marítimas (limitadas a diez en el país) y en embarcaciones fluviales con al menos 50 habitaciones, siendo la distribución de los casinos en las embarcaciones proporcional a la longitud de los ríos. Cada estado y el Distrito Federal pueden tener un casino, con excepción de São Paulo (hasta tres) y Minas Gerais, Río de Janeiro, Amazonas y Pará (hasta dos, según el tamaño de la población o del territorio).

Bingo: El proyecto también aborda el juego del bingo, permitiendo explorarlo de manera permanente en lugares específicos, incluyendo modalidades como el bingo de cartas, electrónico y video. Cada municipio podrá contar con una casa de bingo, existiendo la posibilidad de un establecimiento por cada 150 mil habitantes en las ciudades más grandes.

Máquinas de apuestas: El alquiler de máquinas de apuestas deberá estar registrado ante las autoridades públicas y será sometido a auditorías periódicas. El reparto de los ingresos de las máquinas de juego será del 40% para la empresa de alquiler y del 60% para el establecimiento de bingo o casino, en función de la diferencia entre el total de las apuestas realizadas y los premios pagados.

Caballos: Las apuestas en carreras de caballos pueden ser realizadas por entidades hípicas acreditadas por el Ministerio de Agricultura. Las organizaciones podrán estar acreditadas simultáneamente para operar juegos de bingo y video bingo, siempre que se encuentren en el mismo lugar de las carreras de caballos.

Impuestos: También está previsto crear dos nuevos impuestos para las entidades operadoras de juegos: la Tasa de Inspección de Juegos y Apuestas (Tafija) y la Contribución por Intervención en el Dominio Económico en la comercialización de juegos y apuestas (Cide-Jogos). Las casas de apuestas estarán exentas de otros impuestos y contribuciones.