En medio de la gran polémica tras las declaraciones del ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, contra el juego en el país, las reacciones no se han hecho esperar. Por parte del Instituto Brasileño del Juego Responsable (IBJR), se pide a la industria actuar contra el mercado ilegal. Otros analistas, como el respetado periodista Magno José, de BNLData, alega que el juego online ya ha pagado R$2.000 millones en impuestos al gobierno en los primeros cinco meses. Y que el ministro Haddad necesita “comprender mejor la Secretaría de Apuestas” que él mismo activó el pasado enero. 

Por parte del IBJR, se afirma que más de la mitad del mercado de apuestas en Brasil aún opera ilegalmente. Y que esto tiene un costo enorme, ya que “se pierden más de R$10.000 millones al año, lo que pone en riesgo la inversión pública y perjudica a la sociedad en su conjunto”.

El IBJR recuerda el estudio pionero de LCA Consultoria Econômica, basado en datos del Instituto Locomotiva -con apoyo del IBJR-, que revela un panorama que el IBJR califica como “preocupante”. Así, afirman que “las plataformas sin licencia dominan hasta el 51% del mercado nacional, lo que pone en riesgo la recaudación de ingresos, la competencia justa y, sobre todo, la seguridad de los apostadores”. Por eso consideran que “es hora de actuar” y que “combatir el mercado ilegal es urgente».

Por su parte, el reputado periodista especializado en juego Maghno José, director de BNLData, se pregunta si “¿sabe el ministro Fernando Haddad que el Ministerio de Hacienda cuenta con una Secretaría de Premios y Apuestas?».

Para Magno José, el ministro adoptó “una postura similar a la de un candidato de campaña” en la entrevista que ha suscitado la polémica. Coincidió, afirma, con las declaraciones más críticas respecto a las apuestas legales. El periodista, además, considera “distorsionada” la afirmación de Haddad de que los brasileños gastan 30.000 millones de reales al mes en apuestas. El motivo es que “solo considera los fondos entrantes y no divulga los montos devueltos a los apostadores en premios, que, según los cálculos, ascenderían a más de 25.000 millones de reales”.

El director de BNLData añade que la operación en el mercado gris de Brasil durante los últimos años generó pérdidas y que “es aún más grave” la falta de acción contra los operadores ilegales “que evaden impuestos, defraudan a los apostadores y operan sin supervisión gubernamental”.

El ministro anunció que presentará un informe al presidente de Brasil, Lula Da Silva, sobre el funcionamiento del mercado regulado de apuestas en el país durante los primerso seis meses. Ante esta situación, BNLData le pide que solicite los datos pertinentes a su propia Secretaría de Apuestas “para evitar caer en las trampas de quienes buscan mantener las apuestas en línea en la clandestinidad”.

Los decretos regulatorios adoptaron prácticas internacionales para prevenir el lavado de dinero, añade el director de BNLData. “Las regulaciones siguen las recomendaciones del GAFI, el COAF y la Secretaría de Ingresos Federales. Los jugadores deben proporcionar su CPF (Registro Personal del Contribuyente) y pasar por el proceso KYC (Conozca a su Cliente) para prevenir el fraude y garantizar la seguridad del usuario”.

El ministro declaró que detendría la operación si pudiera, porque «no hay ingresos que justifiquen este desastre que hemos creado. Lo que está sucediendo es muy grave», dijo Haddad. No obstante, el sector de las apuestas deportivas y los juegos en línea ya ha aportado más de R$4.500 millones (R$2.400 millones en regalías fijas + R$1.900 millones en impuestos + R$21,4 millones en tasas de inspección) al gobierno de Lula. Las apuestas en línea ya han pagado R$2.000 millones en impuestos al gobierno en los primeros cinco meses.

Además, las empresas que operan dentro de la normativa pagan el 26% sobre los ingresos brutos (12% Impuesto al Juego, 9,25% PIS/COFINS y hasta un 5% ISS), más el 34% sobre las ganancias (IRPJ y CSLL), lo que puede representar casi el doble de los impuestos recaudados a través del impuesto al juego.

La afirmación de una «epidemia de apuestas» no se sustenta en las cifras. Los Ingresos Brutos de Juego (GGR) mensuales de R$3.200 millones, divididos entre los 34 millones de apostadores activos según Genial/Quaest, resultan en un gasto mensual promedio de R$94,11 por apostador, inferior al costo de la entrada a un partido de fútbol.

Si los GGR de las apuestas son de R$3.200 millones mensuales y el gobierno recauda el 12% de esta cantidad, podemos afirmar con seguridad que más de R$25.000 millones regresan a los apostadores en forma de premios. 

El centro del debate, insiste Maghno José, no debe ir hacia las inversiones, los ingresos fiscales o el empleo, que son evidentes. El reto, afirma, está en evitar el juego ilegal en Brasil a través de una regulación efectiva, que realmente se implemente. 

“En caso de que el ministro de Hacienda tenga problemas para localizarla, la Secretaría de Premios y Apuestas del Ministerio de Hacienda se encuentra en el segundo piso del edificio, y el nombre del secretario es Regis Dudena”, concluye el periodista.