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Nueva Jersey se prepara para las apuestas deportivas

3 enero 2018 11:47 am GMT

Si Nueva Jersey sale victoriosa del Tribunal Supremo y las apuestas deportivas se extienden por Estados Unidos, será el asunto de más impacto en el mercado del juego online en décadas. El director de control del juego de Nueva Jersey, David Rebuck, se está preparando.

«Obviamente, estamos eufóricos y optimistas de que el Tribunal Supremo haya aceptado nuestra defensa y eso nos da la oportunidad de presentar nuestro argumento en el más alto tribunal», dice el director de control de juego de Nueva Jersey, David Rebuck, a Gaming Intelligence. 

Ha sido una batalla larga, dura. Comenzó en 2009, cuando la ya disuelta Interactive Media Entertainment y la Asociación de Gaming, y otros como el senador nacional Raymond Lesniak presentaron una demanda contra el Gobierno federal en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Nueva Jersey.

Le pidieron al tribunal que declarase inválida y nula la Ley de Protección de Deportes Profesional y Amateur de 1992 (PASPA), y que impidiera al Gobierno federal imponerla. Así comenzó una saga de casi una década de demandas y contrademandas, victoria, decepción y apelación, que culminará en el Tribunal Supremo en diciembre. 

«Algunos días era optimista. Otros, no tanto. Hemos pasado por muchas audiencias judiciales», se ríe Rebuck. «¡Creo que hemos estado ante siete audiencias y no hemos ganado ninguna!». 

Las sesiones del Tribunal Supremo comenzaron en octubre y durarán hasta abril de 2018. El Tribunal ha aceptado el caso de Nueva Jersey, que sigue como estaba en el año 2009. El caso pretende legalizar las apuestas deportivas y derogar la ley federal que las prohíbe. El Tribunal anunció los casos que pasarían por audiencia en octubre, pero Nueva Jersey no estaba incluida en esa lista. Sin embargo, los argumentos de Nueva Jersey se escucharon el 4 de diciembre pasado, ante los que los jueces dictarán su decisión en un plazo de seis meses.

«Estamos donde queríamos estar. Si persigues derogar una ley federal, sabes que que finalmente vas a tener que ir ante el Tribunal Supremo», dice Rebuck. «Llegará el día para hacer valer nuestros argumentos».

Rebuck cree que el mercado del juego ha avanzado hasta un punto -con juegos diarios deportivos de fantasía, juego online y sobre el terreno por todo Estados Unidos- que existe un acuerdo general de que puede regularse de forma eficiente y efectiva, y tener en cuenta las preocupaciones de numerosos grupos de interés especiales que  tienen algo que decir en la materia. 

«Sólo es cuestión de tiempo que las apuestas deportivas se legalicen más allá de Nevada. Y creo que ese tiempo será muy, muy corto», dice, antes de añadir una pequeña advertencia, «comparado con un par de cientos de años en la historia de los Estados Unidos». 

Rebuck y su equipo ya han empezado a prepararse y planificarse para la expansión de las apuestas deportivas. Está analizando las mejores prácticas que pueden aplicarse de jurisdicciones como Nevada y el Reino Unido. Se percata de que esto no puede hacerse con sólo presionar un botón y está preparado para mucho trabajo duro en los próximos meses y años. 

«Haremos exactamente lo que hicimos con el juego online. Puedes coger lo mejor de lo que existe por todo el mundo y desarrollar un modelo estadounidense que brinde mucha confianza a las personas», afirma.

Sin embargo, nos advierte de que no todo el mundo que opera un centro de apuestas en el mundo logrará una licencia en su Estado. Habrá algunos a quienes se les deniegue por sus acciones en el pasado.

«Seamos honestos, los Bovadas y Bodogs del mundo están fuera. No van a entrar en los Estados Unidos», dice Rebuck. «Pero si miras a los Paddy Powers, los Ladbrokes, los William Hills y los casinos que operan en Nevada, esas compañías ya han sido investigadas. Hacen negocios de la forma adecuada y estarán bien posicionadas».

Un gran esfuerzo para lograrlo

Rebuck ha comprobado que está preparado para hacer grandes convocatorias a potenciales licenciatarios. Ya en 2013, su equipo tuvo sólo nueve meses para comenzar a funcionar después de que el Gobernador Christie firmase la legislación de este Estado sobre juego online.

A la mayoría de los operadores y proveedores se les concedió una exención transacciones que les permitía operar mientras que el equipo de Rebuck elaboraba un control exhaustivo de su idoneidad.

Algunos fueron calladamente rechazados, a otros se les dijo que limpiaran sus operaciones de cualquier empleado o accionista significativo con un historial insatisfactorio.

A los fundadores de PartyGaming, Russ DeLeon y Ruth Parasol se les hizo vender sus acciones restantes en bwin.party. A Amaya, ahora The Stars Group, se le pidió purgar a su equipo de ejecutivos de gestión que habían estado involucrados en operaciones antes de la aprobación de la Ley de 2006 sobre Juego Ilegal en Internet.

The Stars Group es el mayor nombre que todavía está operando bajo una exención transaccional. Roebuck se deshace en elogios por la forma en la que se ha dirigido la empresa y «haber hecho todo lo que hemos pedido», aunque no está totalmente cómodo con la participación que queda del ex CEO David Baazov, aunque sabe que ahora es pequeña. Más importante es que necesita examinar al inversor establecido en Hong Kong Tang Hao, que ha adquirido más del diez por ciento de las acciones de la empresa en 2017.

Analizar a todas esas compañías extranjeras sin que la División supiera nada sobre ellas, era una ardua tarea, pero no su asunto más difícil. La geolocalización era la mayor preocupación de Rebuck. Antes que Nueva Jersey, no se había analizado realmente una geolocalización precisa en el mercado del juego online. Nevada comenzó a operar en abril de 2013, pero había sido capaz de restringir sus fronteras para asegurarse de que no había errores con la tecnología de geolocalización que acepta personas de fuera del Estado. Nueva Jersey tiene un vasto número de personas viviendo cerca de sus fronteras y tenía que ser mucho más precisa. 

«Si hubiéramos permitido a alguien que viviera fuera del Estado apostar online, el Gobierno federal nos habría cerrado en un abrir y cerrar de ojos», dice Rebuck.

Dice que GeoComply estuvo a la altura de las circunstancias y desarrolló un sistema que superó a todos los demás proveedores de geolocalización. Cuando se puso en marcha funcionó demasiado bien y produjo algunos falsos negativos con, por ejemplo, clientes que usaban dispositivos de redireccionamiento que debían ser desconectados. Este fallo requirió servicios al cliente de los operadores para ayudarles, pero el problema fue eliminado en cuestión de un mes.    

«Ya no pierdo el sueño por la geolocalización», dice Rebuck.

Su otro mayor problema era convencer a la industria de la banca de que el juego online era legal en Nueva Jersey. Rebuck sabe el trabajo que Vantis hizo para establecer un vínculo con las empresas de las tarjetas de crédito y, finalmente, proponiendo nuevos códigos de proceso de pago para el juego online en 2015.

Esto era todo nuevo. Era algo pionero y absolutamente necesario para implementar un mercado de juego online que esta restringido a un Estado. Ésas eran necesidades técnicas, pero el establecimiento de la sala de control de la División era quizás su mayor innovación.

Cada operador es controlado, con diferentes pantallas siguiendo distintas actividades. Hay pantallas monitorizando quién está intentando acceder, desde dónde se han logueado, con qué operador están jugando, a qué están jugando, cuándo están apostando y cada mano que juegan. 

El Centro de Control NJDGE

«Grabamos cada evento de juego y lo guardamos durante diez años», afirma Rebuck. «Todo».

No todos los reguladores hacen esto. Algunos confían en que los operadores se controlen a sí mismos. Rebuck es inflexible en que esto es un error. Se hace en alianza con los operadores, pero la estación de control garantizaa que no quede piedra sin remover. Mientras que existan intentos de connivencia y fraude, Rebuck confía en que los ‘malos’ sean atrapados.

«Esto es un negocio de 250 millones de dólares. Si tuvieras un casino de ladrillos y mortero que hiciera 250 millones de dólares al año, la cantidad de fraude y el número de intentos de participar en el delito excedería con creces el que se hace online».

Dice que las herramientas que usa para descubrir el fraude, investigarlo y destapar la actividad ilegal son muy superiores a las que utiliza en un local de ladrillos y mortero. 

«Las personas a quienes preocupa que el juego online sea una herramienta para el terrorismo, el crimen organizado, los jugadores compulsivos, para el juego de menores de edad, simplemente no comprenden que esos hechos son completamente sesgados. Esas personas tienen conceptos morales que suenan bien pero, al final, si ves las operaciones, las garantías que se incorporan al juego online son realmente fuertes», dice Rebuck.

Mirando hacia el futuro

Se produjeron muchas quejas por parte de los operadores europeos con experiencia cuando los reguladores estadounidenses comenzaron a hablar sobre el estándar de oro de la regulación y las regulaciones más estrictas que en ningún otro lugar del mundo. Pero Rebuck y su División han demostrado que eso se puede hacer con la mínima alteración sobre la industria.

Si bien su tratamiento de Amaya podría calificarse como de mano dura, ha implementado un sistema que realmente debería ser la envidia del mundo. La Comisión de Apuestas del Reino Unido, el Comisionado de Apuestas de Gibraltar o la Autoridad de Juego debería ser ampliamente más experimentado, pero sus regulaciones leves tienen grietas. Nueva Jersey no podía permitirse el lujo de que nada se le escapase de los dedos o los críticos de los juegos en línea lo hubieran abofeteado y hubiera terminado el juego para cualquier Estado que deseara regular la actividad. 

Ahora, los estados como Nueva York, Pensilvania y otros tienen un modelo para replicar. Rebuck dice que le habría encantado ser el director del próximo Estado que se regule. 

«Si yo fuera regulador, vamos a decir, en Missouri, y Missouri quisiera entrar en el juego online, vendría a Nueva Jersey enseguida y diría ‘Quiero todo lo que hacéis, vamos allá'».

Destaca el sistema regulatorio en Nevada y Delaware como otros ejemplos que harán mucho más fácil para Pensilvania ponerse en marcha. Dice que el sistema operativo y las regulaciones en Nueva Jersey han sido institucionalizados de tal manera que los hace fácilmente replicables. 

«Fácilmente», enfatiza. «Fácilmente».

 Más allá de las regulaciones, Nueva Jersey ha creado un mercado de juego online que ha proporcionado al Estado 3.374 empleos, 218,9 millones de dólares en salarios de los empleados del sector y 124,4 millones de dólares en impuestos, según las cifras de un informe de la Asociación Económica y de Desarrollo de Internet. Y estas cifras aumentan cada año. Los ingresos netos del juego aumentaron un 27 por ciento en 2016, hasta los 188,1 millones de dólares.

Uno de los fracasos es el póker, que ha sido impulsado por la llegada de PokerStars, pero que se esfuerza por tener mucho más impacto en un Estado con una población de solo nueve millones de personas. En julio de 2017, el póker online generó 2,01 millones de dólares a través de sus tres operadores. Al cierre de esta edición, PokerStars NK y 888/WSOP cada una tenía unos 100 jugadores simultáneos, mientras que PartyPoker/Borgata tenía en torno a 70, según PokerScout.

A modo de comparación, PokerStars tiene 400 jugadores simultáneos de media en Portugal, que tiene una población de diez millones de habitantes, similar a Nueva Jersey. Esto ha sido considerado un éxito por PokerStars, pero la empresa tiene un monopolio en Portugal y ningún otro operador cree que es económicamente viable operar en el país. 

Sin embargo, es probable que esto cambie. Desde que Portugal firmó el acuerdo de liquidez compartida con Francia, España e Italia en julio del año pasado, otros operadores como Winamax y 888 han indicado que es más probable que entren en el mercado. 

Nueva Jersey necesita una iniciativa similar. Se ha intentado. A mediados de 2016, Rebuck se reunió con sus homólogos en la Comisión de Juego del Reino Unido para tratar la posibilidad de compartir la liquidez en el póker. El acuerdo fracasó por la insistencia de la ley de Nueva Jersey de que todos los juegos están alojados en servidores ubicados en Nueva Jersey. 

«Intenté sortear esa norma y proponer formas tecnológicas creativas para salvaguardar nuestra ley en el Reino Unido, y fueron geniales, pero no pudimos superar ese obstáculo final», dice Rebuck.

Por primera vez en nuestra conversación, Rebuck suena un poco cansado. Está decepcionado de no haber conseguido que esto funcione hasta el momento.

Delaware y Nevada tienen un pacto que les permite compartir la liquidez en el póker. Eso solo beneficia a 888, que es el único operador presente en ambas jurisdicciones, pero Rebuck está dispuesto a hacerlo funcionar a una mayor escala. Dice que hablará con Nevada y Delaware sobre modificar o compartir su convenio, pero admite que eso llevará tiempo.  

«En algún punto en el tiempo, otra jurisdicción en los Estados Unidos saltará dentro de este mundo del juego online. Tendremos un diálogo con esa jurisdicción o jurisdicciones para hablar sobre liquidez compartida», continúa. «Delaware y Nevada han probado que tecnológicamente funciona. Me parece que funciona realmente bien para ellos. Veremos si nosotros podemos expandirlo. Es un reto importante para Nueva Jersey pero será limitado, por ahora, a las jurisdicciones estadounidenses».

Rebuck ha establecido un modelo a seguir. Teniendo en cuenta el tamaño del mercado relativo a Delaware y Nevada, también ha adquirido la supervisión reguladora a un nuevo nivel. Ha habido bajas por el camino. Los reguladores en los Estados Unidos tienen el papel de juez, jurado y verdugo de una manera que es ajena a los observadores extranjeros. Pero en su mayor parte, él ha regulado la industria sin restringirla innecesariamente. Ahora sólo está a la espera de que el Tribunal Supremo y otros estados finalicen el trabajo.

Este artículo se publicó por primera vez en el número especial de Estados Unidos de la revista GIQ en octubre de 2017. 

Bragg