La proveedora de juego presencial Zitro acaba de obtener la certificación de su huella de carbono y tiene entre sus prioridades la protección del planeta.
La huella de carbono es la cantidad de emisiones, de gases de efecto invernadero, que se produce al realizar una actividad.
Para obtener la certificación, la compañía ha analizado todas las fases del ciclo de vida de sus productos: desde la obtención de materias primas, pasando por la fabricación, el transporte, su uso y su gestión ya como residuo.
Una vez identificada la huella de carbono, Zitro se ha volcado en la creación e implementación de políticas sostenibles con el objetivo de reducirla al máximo.
Consciente de la importancia que tiene la actual crisis ecológica mundial, el fundador de Zitro, Johnny Ortiz Viveiros, impulsa a la compañía a seguir en este camino y anima a otras compañías a sumarse.
Responsabilidad social
Así, Ortiz asegura que “obtener la certificación de la huella de carbono es esencial para que podamos establecer los criterios necesarios para reducirla”.
Y añade que “como empresa, tenemos una responsabilidad social corporativa y en Zitro procuramos siempre ir un paso por delante. La protección del medio ambiente forma parte de nuestra filosofía. Ojalá se sigan sumando muchas más empresas para conseguir un impacto mayor”.
La huella de carbono está regulada por la ISO14067, certificación obtenida por Zitro recientemente, que se une a la ya obtenida ISO9001 en relación a las políticas de calidad.
La compañía también impulsa acciones de responsabilidad social corporativa, como el apoyo de las comunidades en las que Zitro actúa, la defensa de los derechos de igualdad, o el compromiso con los valores para un juego responsable.
