El presidente de la Asociación Nacional de Salones Recreativos de España (Anesar), José Vall, fue claro en su discurso en el 9º Congreso de la asociación, en un contexto en el que la industria del juego está viviendo la voracidad normativa de los distintos gobiernos autonómicos y también el nacional.
Según explicó Valls, resumiendo el sentir de los empresarios del sector del juego, “necesitamos que nos regulen, pero que nos dejen trabajar para seguir aportando al entramado empresarial español nuestro impulso para levantar la maltrecha economía nacional”.
Refiriéndose a la madurez del sector, añadió que “nuestro Congreso ha evidenciado la madurez del subsector, que es una asociación leal con las administraciones, con unos empresarios cumplidores con las normativas, tecnológicamente avanzado y moderno, implicado socialmente y muy centrado en ofrecer la mejor experiencia al cliente apoyado en la formación de sus trabajadores”.
Locomotora o vagón de cola
Además, se refirió a las palabras del directivo de CEOE, Gregorio Izquierdo, en la apertura del Congreso, asegurando que “somos la locomotora y no el vagón de cola”, razón por la que demandó un marco favorable para esta actividad empresarial.
José Vall demandó una regulación razonable para el sector y afirmó que “podemos comprender ciertas restricciones, pero no todas”, añadió. Al mismo tiempo, denunció la doble vara de medir al juego privado y al juego público.
En este sentido, afirmó que “parece que el primero es malo y el otro bueno”, o la discriminación que perjudica a los salones frente a otros establecimientos de juego físico y que ocasionan cierres de locales y empresas.
Las mesas de debate recogieron otras reivindicaciones del sector, como la autorización de otros medios de pago diferentes al dinero en efectivo. Además, se expusieron las distintas iniciativas en materia de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que se están llevando a cabo.
Y también , así como otros asuntos relacionados con la actividad del juego, que permitieron a los asistentes hacerse una idea clara de la situación por la que atraviesa este sector en la actualidad.
