El pleno del Parlament de Baleares ha aprobado el proyecto de modificación de la Ley del Juego y Apuestas, que ha sido defendido en la cámara por el vicepresidente del Govern y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes.
La nueva norma adopta un tope en la ratio de salones de juego y específicos en la comunidad balear. Ahora la cifra se equipara a la estatal al situarse en 75 por cada millón de habitantes, muy inferior a los 120 que había hasta ahora.
Esta ley también incluye limitaciones en cuanto a las distancias que debe haber entre los salones. Se amplía a 500 metros de los centros educativos y sociosanitarios, y establecen una distancia mínima entre locales de 500 metros en Palma y de 250
Los letreros y elementos que cubren las fachadas de los establecimientos de juego deberán eliminar los elementos más llamativos. Además, se deberán adaptar los mensajes de alerta y control en pantalla de las máquinas de juego, relativos a la edad y la responsabilidad hacia el juego.
Al margen de esta ley, el Govern ha llegado a un acuerdo con la Federación de Entidades Locales de Baleares (Felib) para que los horarios de los establecimientos de juego se regulen vía ordenanza municipal.
También se han incluido restricciones en la apertura de salones de juego y apuestas y el control del acceso a las máquinas tragaperras para proteger a las personas vulnerables frente a la ludopatía.
