El ministro de Consumo, Alberto Garzón, reveló en una entrevista que anunciará las medidas para el sector del juego antes de un mes y que, pese a ser una actividad legal, puede llevar a la ludopatía, «un problema de salud pública» en el que el Gobierno tiene que intervenir.
En una entrevista en el programa El Objetivo, de La Sexta, Garzón afirmó que hay que intervenir sobre el juego para reducir los problemas «extremos» que a veces genera. Se refirió, expresamente, a la publicidad y a la regulación de los controles de menores tanto en el juego presencial como en el online.
El ministro incidió en que «no hay prácticamente ningún tipo de regulación sobre la publicidad»: «es un caos, ahora mismo es prácticamente la ley de la selva», añadió.
Y, sin embargo, prosiguió, la publicidad del juego ha crecido de forma exponencial, de tal forma que los operadores destinan 300 millones de euros a ella.
Hizo hincapié en el «importante barullo competencial» que existe en esta actividad, que puede ser un problema para unas 200.000 personas en España.
Por eso, avanzó que se coordinará con las comunidades autónomas y se reunirá con los implicados en este sector, incluso la patronal, para adoptar medidas.
Afirmó, incluso, que «en el juego presencial, en las casas de apuestas, el control está ausente porque un menor puede entrar en una zona donde está legalizado, pero inmediatamente pasa a la zona ilegal sin que apenas haya control».
No obstante, hizo hincapié en que el juego es una actividad económica legal y que su familia, como otras, ha jugado a la Lotería de Navidad en muchas ocasiones.
Según un barómetro realizado por el instituto Invymark para La Sexta, publicado este domingo, el 82% de los encuestados estaría a favor de una limitación de horarios de las casas de apuestas. Casi un 14% opina lo contrario, según los resultados arrojados por este barómetro.
A favor de la limitación se muestran los seguidores de todos los partidos, siendo las filas de Unidas Podemos y PSOE las que más apoyan esta modificación horaria. En cambio, entre los votantes de Vox, más de un 30% se opone a limitar los horarios a las casas de apuestas.
